Hoy era el día que algunos nos prometían como "el gran día". La jornada donde, por fin, sabríamos cómo nos va a sacar Mariano Rajoy de la crisis. Ayer me lo preguntaron: ¿nos enteraremos de algo? Respondí que no esperaba nada. Y, efectivamente, Rajoy ha estado como me esperaba, "como un gran estadista", dirán algunos. Sin mojarse, en realidad. Sin aclarar nada de sus medidas. Solemne con los objetivos, pero escatimando explicaciones. Prometiendo acabar con el déficit, pero sin decirnos cómo lo hará. Solo se ha comprometido a aumentar un gasto: las pensiones. "Este sería el único compromiso que me van a escuchar en el día de hoy de aumento de gasto. El único y exclusivo". Aunque no ha dicho si esa revisión con aumento del gasto supondrá la recuperación de la pérdida de poder adquisitivo sufrida ya por los pensionistas. A los funcionarios no les descarta rabajar el sueldo y tampoco descarta bajar otras partidas sociales ("todas las demás partidas pueden ser revisadas a la baja"). Y tampoco nos ha aclarado cómo financiará tanto regalo fiscal como ha prometido, con un déficit actual de 16.500 millones de euros, cuando el coste de esas rebajas fiscales pueden suponer un recorte de ingresos públicos de 10.000 millones de euros. Nos promete la enésima reforma laboral, cuya media estelar, además de reformar la negociación colectiva (¿cómo?) es acabar con los "puentes". Vamos que Rajoy no quiere meterse en charcos, o, más bien, que quiere evitar el vadear los arroyos que amenazan con riadas, que no se moja.
Sobre todo, ya avanza que "Mi intención es no subir los impuestos", cuando se le ha preguntado por el IVA, un impuesto que la Agencia Tributaria le propone subir, para cumplir con los objetivos de déficit que impone Bruselas. ¿Intención? ¿No será más bien ocultación, en espera de que pasen las elecciones andaluzas, para no asustar? De alguna manera tendrá que cuadrar las cuentas. Y con los recortes en las administraciones públicas solamente eso no se consigue. No tendrá intención, pero nos subirán el IVA, uno de los más bajos de la zona euro, para no subir impuestos directos. Por eso les hago este recordatorio, cuando organizaron una campaña con la subida de IVA de Zapatero. Lo mismo que bajar el sueldo a los funcionarios era un "injusticia antisocial" del PSOE y ahora ellos lo hacen en las comunidades que gobiernan, sin rubor de ningún tipo, pronto (no mucho más allá de marzo, con las elecciones andaluzas en el bolsillo, como pronostican las encuestas) subirán también el IVA. Total, la culpa seguirá siendo de Zapatero. Ya verán.
Más madera para el ladrillo es la guerra, pues nada a rescatar a las promotoras con nuestros impuestos y seguir con la cultura de vivir esclavizado por cuatro paredes que tanto ha hecho vanzar a España.
ResponderEliminarNo nos explican muchas salidas, no.
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