Con las cosas de comer no se juega, se dice habitualmente. Parece que esa no es la idea del dueño del establecimiento. Eso sí, con esta "diversificación de la oferta" parece que se asegura algo más de negocio. Sea en uno u otro campo de actuación. Lo que no sé es si te ofrecerán unas gambitas o unas ostras mientras deambulas por el local en busca de lencería erótica, por ejemplo. Seguro que así aumentarán las ventas. Y no creo que sean necesarias muchas explicaciones a los clientes... para que no se confundan de "producto" en según cual sea su actividad posterior. ¿O tal vez sí?
Ahora, eso sí Schevi, hablando en serio, (alguna vez tenía que hablar en serio, ¿nooo?) no hay cosa que más me joda (fastidie) que ver que se juega con las cosas de comer.
ResponderEliminarMe parece un sacrilegio (perdona pero los ateos no tenemos una palabra equivalente).
En la nueva Constitución que elaboraremos dentro de muy poco, debiera figurar el artículo x que diga: «queda prohibido todo el juego despilfarrador que se haga con las cosas de comer».
Muy bueno tu artículo. Salú
Muchas gracias, Jesús. No debemos tirar la comida ni despilfarrarla. No está el horno para bollos.
ResponderEliminarSaludos.