viernes, 14 de septiembre de 2012

La foto del viernes: la manifestación soberanista de Cataluña


Más de un millón de manifestantes se lanzaron a la calle el pasado 11 de septiembre, el día de Cataluña, a pedir la independencia. Algo impresionante. No soy precisamente nacionalista, así que no es de mi agrado este tipo de expresiones públicas, pero fue un ejercicio democrático, libre y pacífico. Nada que reprochar. Salvo que este movimiento tiene causa en la profunda crisis que vivimos todos, no solo los catalanes, y por el hecho de sentirse especialmente castigados, creyendo que es por pertenecer a España. Cuando hay problemas se busca la independencia. Es una constante de los últimos años. No es la primera manifestación masiva soberanista que vemos. El que el PP, nacionalista también, pero españolista, gobierne acentúa el sentido de "agresión". Es discutible que los problemas que tiene Cataluña tengan su origen en su pertenencia a España, como también es discutible que les vaya a ir mejor consiguiendo la independencia, que sea viable una Cataluña independiente. Sobre todo cuando recordamos que la Generalitat ha pedido el rescate al Estado, y que muchas empresas viven de clientes que quedarían en España, de ir por libre. Pero es normal que, cuando hay problemas graves, se discuta y se pelee, como en los matrimonios, más en momentos de crisis. Aunque las estadísticas demuestren que esos problemas no terminen en separación. Es más, la crisis ha hecho que haya menos divorcios entre los matrimonios en crisis, por las dificultades añadidas de vivir solos y con cargas, sin la ayuda del otro. Esta reacción abre el debate, alimentado por los extremismos, de uno y otro signo. Y es bueno que tengamos debate, que hablemos de todo, sin tabúes. En España cuando a alguien no le gusta algo lo convierte en un tabú. Eso no puede ser. También es una forma de negociar desde una posición de fuerza. Recordemos que CiU gobierna con el apoyo del partido de Rajoy. Hay opiniones para todos los gustos. Así que, con serenidad, ¡hablemos! Bienvenido el debate. 

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