La niña Malala Yousafzai fue conocida por el atentado del que fue víctima con otras compañeras, perpetrado por los talibanes el año pasado, a causa de su defensa de la educación de las mujeres en Paquistán. Los talibanes prohibieron que las mujeres vayan a la escuela y no consintieron que ellas violasen esa injusta norma, por lo que fueron tiroteadas. Afortunadamente se recuperó y hoy día se ha convertido en una activista por los derechos humanos. Malala ha estado en la ONU y ha dado un discurso, coincidiendo con su cumpleaños el viernes 12 de julio, pidiendo que haya educación para todos los niños y niñas de todo el mundo. "Tomemos los libros y las plumas porque son nuestras armas más poderosas. Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo" ha dicho, entre otras cosas. A pesar del atentado, ella aboga por la educación y no por la violencia. Sin duda es una niña valiente, que merece nuestro reconocimiento. Y también que le hagamos caso.
¡Felicidades Malala!
Este primer mundo, sobrado de todo, prefiere ignorar que el derecho a la educación es una prohibición expresa con respecto a las mujeres, por razones machistas y manipuladoras. Saben que, de lograr acceder a la cultura y formación, muchas mujeres se revolverían contra el modo en que sus verdugos las tienen sometidas.
ResponderEliminarMalala ha perdido el miedo y prefiere morir de pie, que vivir arrodillada. Valiente!!!
También en este primer mundo hay quien quiere sometimientos como el que sufren las mujeres paquistaníes. Ese grupo que defiende la "educación diferenciada" tiene una especial predilección en realidad por la educación segregada, aquella que en tiempos pasados relegaba la educación de las mujeres al adiestramiento solo como madres y amas de casa, al servicio del marido trabajador. Debemos estar alerte y defender la igualdad y la educación para todos y todas. Esta niña es un ejemplo y un aldabonazo para no bajar la guardia.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Es denigrante el modo en que se están destruyendo, en nombre de la crisis, derechos que han sido conquistados a base de luchas sindicales y obreras. Cómo no, también la educación está sufriendo terriblemente con los recortes en todos los sentidos. Una enseñanza que tiende a fomentar las desigualdades sociales y económicas, tampoco apuesta por relaciones ecuánimes entre hombres y mujeres. Estos derechos mutilados están lejos de ser reconquistados con facilidad y eso es muy grave para el futuro de nuestro país.
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