Ahora que los desfiles de moda están de actualidad, como la anteriormente llamada Pasarela Cibeles, hoy día Mercedes Benz Fashion Week Madrid (hasta en esto los alemanes imponen su dominio), he recordado un "palabro" que no he escuchado en otras partes. Fue en navidades cuando, departiendo entre amigos, alguien sacó a relucir el término, presuntamente autóctono, que vamos a analizar: flocado. Se refería a alguna prenda íntima de vestir, pues parece casi exclusivo de este tipo de indumentaria. ¿No han escuchado alguna vez una frase así, o similar?: "¡Niño, tira a la basura ya esos gayumbos, que están flocaos? Llámeseles gayumbos, calzoncillos, boxer o calzoncillos flojos, tanga, como se quie unque también se puede aplicar a la lencería, a las prendas femeninas, como las mencionadas tangas, las tradicionales bragas (cortas o "de cuello alto"), e incluso de los sujetadores.
¿Qué queremos decir cuando hablamos de que algo está flocao o flocado? Este término hace referencia a cuando el elástico o gomilla que generalmente tienen las prendas de ropa interior, para ajustarse a la piel, pierde su natural elasticidad. Es entonces que la prenda adopta una forma infame, deforme, como abandonada de sí misma, generalmente. Algo nada elegante ni, por supuesto, sexy. Parece que tuviese una talla diferente, mayor, de la que necesitásemos, pero perdida la anterior por su frecuente uso. Algo, además de estéticamente horroroso, molesto, por no ajustarse como antes dentro de la prenda de vestir externa, e incluso peligroso, ya que puede ocurrir que la prenda se venga abajo, poniéndonos en un sonrojante apuro al obligarnos a maniobras frecuentes para volver a colocar el calzón en su debida posición, perdida, sobre todo, al caminar. Esos movimientos de tirar hacia arriba tan ridículos. Nadie que defienda el tipo de calzoncillo no ajustado, sea por comodidad o con fines sanitarios, por ser mejores para facilitar los fines reproductivos, podría tampoco encontrar fundamento para mantener en su cajón de la ropa interior una prenda "flocada". Por supuesto, las personas organizadas repudiarán éstas. Y, ni que decir tiene, que Superman no podría vivir sus intensas aventuras con esos calzoncillos, que lleva encima de los pantalones, si no se ajustasen a su figura con total seguridad. Algo flocado es algo para tirar a la basura.
No sé cómo llamarán a esta condición de pérdida de calidad en otras partes, pero, desde pequeño, en Palma del Río, siempre he oído y usado la palabra "flocado" (dicho "flocao" o "flocá"), como mis amistades. "Se me han flocao los calzoncillos", "se le flocaron las bragas y no podía dejar de sujetárselas para que no se le cayesen por debajo de la falda." Frases así son frecuentes por estos lares. He buscado en el diccionario de la Real Academia y en internet y no he encontrado su significado. Solo he hallado una definición, relacionada con los tejidos, que dice que flocado es "una aplicación de fibras de materiales textiles como algodón, lana u otro material que se utiliza para dar un acabado muy similar al terciopelo." Algo que, como se aprecia bien, no tiene nada que ver con el significado que le damos aquí. Como algo desajustado, decaído, cansado de ser tanto usado, como un fin de semana que te deja hecho polvo. ¿Es propia esta palabra de nuestras tierras? Tal vez, y porque surgió la controversia en una de nuestras reuniones de amigos, acompañada de una buena cerveza, le dedicaremos una entrada en nuestro Diccionario Palmaño de la Parcelilla.
flocado, da.
(Del part. de flocar).
1. adj. Deformado, sin su cualidad de elástico. Como se dice de las prendas de ropa interior y lencería que han perdido su condición de ajustables. Derivado de flocar, deteriorarse, perder la forma y la natural elegancia y erotismo las prendas íntimas.
2. adj. En sentido figurado, estado en que nos deja el cuerpo un esfuerzo placentero, pero atosigante, como un fin de semana festivo en grado superior.
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