Kim Kardashian es eso que llama ahora una celebrity, una persona famosa, aunque no se sepa por cuales méritos. De ella se han realizado hasta series de televisión donde nos muestran su vida y "milagros". Un aburrimiento. Su fama le viene por su cuerpo, por sus relaciones, por estar en el momento justo en el lugar indicado para salir en los medios, y por tener de pareja a un rapero con el que hizo un vídeo porno hace tiempo, que todavía circula por la red. En estos días nos ha mostrado su escultural anatomía en una revista. Bueno, antes tenía una anatomía escultural, diferente del modelo de belleza basado en la delgadez extrema con que nos castigan las modelos de moda, repleta de curvas en labios, senos, nalgas, con aspecto latino, tan de moda en nuestros días. Esa figura la ha ido creando a base de métodos artificiales, siendo lo más conocido en estos momentos su descomunal culo, cada día más orondo a base de inyectarse no sé qué sustancias. En cierta revista ha aparecido regalándonos sus curvas, en varias imágenes. Una de ellas le muestra derramando el contenido de una botella de champán sobre una copa que sostiene su enorme trasero, haciendo una pirueta con el líquido que se nos antoja fruto de los trucos de la fotografía. Hay quien le ha llamado la nueva hotentote. Eso me ha recordado a Sara Baartman, la llamada "venus hotentote", que se mostraba disecada en el "Museo del Hombre" de París, hasta 1985. Una reliquia del desprecio colonial hacia los humanos de otras etnias o razas. La particularidad de esta mujer, como muchas otras pertenecientes a la etnia hotentote (llamada de esta manera con sorna por los sudafricanos blancos) era su esteatopigia, una cualidad física por la que se acumula mucha grasa en las nalgas. Sara tenía también esta cualidad. Algo que parece que adora nuestra celebrity, pues busca parecerse a las hotentotes en su anatomía natural, pero modelando su cuerpo de forma artificial. La tontería, vemos, no tiene remedio. Y, por dinero, algunas y algunos son capaces de cualquier cosa.
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