Esta noche se dará por finalizada la Feria de Mayo de 2015, en Palma del Río. Una feria con tintes normales y también con singularidades. Volvemos a tener el día de fiesta local el lunes, mañana, como era habitual desde hace muchos años, dejando atrás la polémica que vivimos el año pasado con el cambio al viernes. Este año no hemos tenido lluvia, como pasa muchas veces, antes al contrario, aquí se ha vivido ese avance del verano, con temperaturas altas, más propias de agosto, con lo que no se ha cumplido el refrán ese que dice que "cuando en marzo mayea, mayo marcea" (marzo no fue lluvioso y fue caluroso). El número de casetas de feria ha vuelto a disminuir, y no el de atracciones (los populares "cacharritos"). La víspera tuvimos la actuación en el Coliseo de Rosa Benito, su hija y otro acompañante, un retazo de telebasura, incomprensible para mí y otros muchos, más propio de bolos de discoteca de pueblo, que como espectáculo folclórico. No sé de la asistencia que hubo, pero no me sorprende que hubiese afluencia, gracias a su popularidad televisiva.
La feria se ha visto condicionada, como cada cuatro años, por desarrollarse en plena campaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas. Los candidatos y candidatas se han dado más de un paseo por el recinto ferial para que "se les viera" (hay tantos "novatos" que hace falta darse a conocer). El Paseo, donde se ubica la portada de feria, apareció el jueves, en la víspera, con la propaganda electoral de las diferentes candidaturas que se presentan en Palma. Alguien en las redes sociales pidió que se retiraran las pancartas y carteles de la reja de entrada, para no afear la portada, ya que pueden reinstalarse a partir de mañana. Mucha gente se unió a la petición. La mayoría de las formaciones políticas hizo caso a la petición popular y retiraron la publicidad (el primero fue el PSOE), pero algunos han dejado allí la publicidad. Allá ellos. Luego dirán que ellos son el "verdadero pueblo".
Muchos hemos cogido la feria con ganas, aunque yo no me percatase de su cercanía por tener presentes otras cuestiones (oposiciones, inicio de empleo, etc.) Y se ha notado en la afluencia de gente, algo favorecido por el tiempo. No hemos faltado ningún día, incluso ayer hicimos "jornada intensiva", como dejé plasmado en las redes sociales, a pesar del calor. Hoy volveremos esta tarde, para encarar la recta final. Menos mal que tenemos el lunes para reponer fuerzas.
Y, como anécdota, un grupo de españoles (los menos andaluces, por cierto) también han celebrado su feria particular en Gran Bretaña. La sobrina de Ana (y mi sobrina, por tanto), Olga, hija de Miguel y Toñi, que lleva un mes en Inglaterra, trabajando de enfermera, como otros jóvenes que han tenido que buscarse la vida en la emigración moderna, el "exilio económico" fruto del austericidio gubernamental, ha organizado su propia feria, con sus compañeros, como muestra de apego a nuestras tradiciones (y por las ganas de haberla disfrutado aquí, seguro). Comprando manteles de lunares y flores de papel se han hechos sus propios vestidos de gitana y pañuelos, y adornos, para sentirse como en España. Gracias a ellos, la feria de mayo también ha traspasado fronteras.
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