lunes, 10 de octubre de 2016

Animalistas violentos


El mes de septiembre pasado estuve un fin de semana en Madrid. Visité muchas obras de arte de todo tipo (pictóricas, escultóricas, arquitectónicas, musicales, dramáticas...), en museos, en las calles, en sus plazas... un gran placer. También nos dimos de bruces con la protesta de quienes no comparten el gusto por el arte de la tauromaquia, exigiendo su abolición, en la Puerta del Sol, en un acto organizado por el partido PACMA. Cada uno puede defender sus ideales, sus gustos, sus modas, por supuesto, pero prohibir los que no coinciden con los suyos es cosa de totalitarios. Eso hicieron Franco, Hitler, Stalin y otros dictadores totalitarios, prohibir lo que no les gustaba. Y el totalitarismo es contrario a la libertad y los derechos humanos. Los manifestantes de ese acto pretenden que los demás vivamos según sus gustos y creencias. Creen que la vida animal es más valiosa que la del ser humano, a la luz de diversas reacciones que hemos visto en estos días. Como ocurrió cuando algunos de ellos se alegraron públicamente de la muerte de un torero (Víctor Barrio) cuando fue corneado por un toro en Teruel en julio pasado.

Estos animalistas en la manifestación de septiembre dejaron pancartas en las que llamaban asesinos a los que disfrutamos de la tauromaquia, calumniando a los que no comparten su sentido de la estética. No saben ni de crímenes ni de derechos, aunque hablen de derechos de los animales, pues éstos no pueden tener derechos, como las personas, ya que no pueden asumir obligaciones, la contrapartida de los derechos para convivir en sociedad. Solo hay asesinato cuando la víctima es una persona (homicidio) y además se produce con las conocidas circunstancias agravantes. Ni siquiera hacerlo en sentido simulado tiene sentido. Es hipócrita, como lo fueron los que asistieron a la convocatoria "en defensa del toro", y luego se fueron a comer hamburguesas, hechas con carne de ternera, por cierto. Como lo son esos anti-abortistas, que dicen defender la vida, y algunos luego ponen bombas en las clínicas donde se producen interrupciones voluntarias del embarazo.


Estos días ha vuelto la polémica por otra publicación violenta de una anti-taurina, seguida por otros correligionarios con insultos similares. Un niño, Adrián Hinojosa, que padece cáncer y que quiere ser torero de mayor, protagonizó una corrida benéfica para recaudar fondos para luchar contra un tipo de cáncer, el sarcoma de Ewing. La "animalista" publicó el comentario que decía: "Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaaa! Adrián, vas a morir". Le deseaba la muerte. Muy edificante el ejemplo de la anti-taurina, muy defensora de la vida esta señora, que desea la muerte de un niño, porque no le gusta su vocación, su sentido estético. Prefiere la vida de una mascota, a la que dar derechos, y le niega el derecho a la vida al infante, un ser humano.

Los animalistas, con ejemplos como estos, demuestran lo insensato de su ideología. Y su totalitarismo. Mucho "cariñito" para los "animalitos", pero mucho desprecio de la vida humana. ¡Asco!

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