Finaliza la Feria de Mayo de Palma del Río

Se acabó la feria. Así que os hago la última entrada sobre el tema. Y la haré en forma de crónica, porque hay materia, con reportaje fotográfico. El sábado empecé con que Ana estrenaría traje de gitana. No fue así, no pudo ser. El viernes, un servidor se puso muy malito del estómago y tuvimos que cerrar la jornada ferial muy pronto. El sábado me levanté con fiebre y molido. Pero tuve que hacerme cargo de mis obligaciones: era el presidente de la novillada (otro elemento habitual de las ferias) que se celebraba ese día en una plaza portátil, cerca de mi domicilio (afortunadamente, pues no tenía el cuerpo para muchos trotes).

La novillada era a beneficio de la restauración de una de las capillas del antiguo convento de San Francisco. Hubo buena entrada, aunque no se completó el aforo, cosas de la feria (es difícil sacar a la gente si no tiene comprada la entrada ya de antemano). El ganado fue magnífico, con trapío, hechuras, bravura y nobleza, y los novilleros quedaron bien. Javier Benjumea, el hijo del fallecido Pedrín Benjuemea, afincado en Palma del Río, e impulsor de varios festejos, tuvo suerte y no le tocó la lluvia que nos castigó en el segundo novillo. Temimos tener que suspender el festejo durante unos minutos de lluvia torrencial, pero salió el arco iris y el tiempo permitió terminar. El joven novillero murciano Pablo Belando fue el triunfador absoluto. Al final todos contentos, ganadero, novilleros, empresario y, sobre todo, el público, que disfrutó. Posteriormente nos fuimos a la feria...y volvieron mis achaques estomacales. Con lo que nos retiramos pronto a nuestros aposentos.

Pero el domingo llegó, y tras varias tormentas, nos arriesgamos. Ana se estrenó por fin el nuevo traje de gitana, y mi estómago parecía ayudarme. Nos fuimos de casetas a la hora del almuerzo y paseamos (algunos hasta se montaron en los "cacharritos") y nos divertimos, como si fuese, no el último, sino el primer día (que para mí, casi era tal). En el Paseo nos encontramos con otro habitual y tradicional del paisaje ferial palmeño, el simpático Don Pepe, Pepe Lora, tío de mi amigo el ceramista, del mismo nombre. Iba ataviado con su traje oscuro, su clavel en la solapa y su sombrero de ala ancha. Este antiguo herrero, fue famoso por salir en un concurso humorístico de Canal Sur, ¡Saque bola!, presentado por Emilio Aragón. Y de sus chistes me acuerdo de haberlos oído en ferias y verbenas de mi niñez, cuando presentaba al personaje siempre con "¡Hijo puta, parece que lo estoy viendo!". Terminó la cosa en la peña Los Cabales, y ya nos despedimos hasta la próxima edición, que será, como es de costumbre, en el mes de agosto.