El ministro del interior, el piadoso Jorge Fernánez Díaz se ha desplazado a Roma, concretamente a la embajada española en el Vaticano, para participar en un coloquio. Ha dicho, en relación al matrimonio entre personas del mismo sexo: "Existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonios no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada"
Es loable el interés del señor ministro por la pervivencia de la especie humana. Lástima que, desde que está en el cargo, los mandos policiales a su mando no demuestren el mismo interés por proteger a los humanos, como demuestran las sucesivas cargas represivas, cuando los españolitos protestan contra la política de su gobierno. También es loable que se desplace al Vaticano para pronunciar estas palabras, puesto que en estos momentos el número de cardenales por metro cuadrado ha aumentado vertiginosamente por el cónclave convocado para elegir nuevo Papa. Supongo que el celibato y la abstinencia carnal que practican (o deben practicar) esos jerarcas vaticanos, junto con los demás miembros de los órdenes sacerdotales y otras congregaciones con voto de castidad, son prueba evidente de los esfuerzos por "la pervivencia de la especie". Siempre a juicio del señor ministro, claro. De seguro que tendrá la oportunidad de ilustrar con el ejemplo a todas las dignidades eclesiásticas que allí se habrá encontrado. Especialmente habrá detallado el posible aumento de la natalidad que el considerable incremento de parados (que hoy superan los cinco millones inscritos en las correspondientes oficinas de empleo) podrá propiciar, debido al mucho tiempo libre que les quedará a los desempleados para practicar los "deberes del matrimonio natural". Y, ni que decir tiene, que el progresivo empobrecimiento de los españoles, dictado por los mandamases alemanes, con la anuencia de nuestros gobernantes, contribuirá a que la especie humana, en este apartado rincón de la vieja Europa, perviva, aunque sea a duras penas, como ejemplo para generaciones futuras. Seguro que la austeridad y la pobreza vaticana son todo un ejemplo a seguir. Porque este gobierno al que pertenece el piadoso señor Fernández Díaz nos está obligando especialmente a luchar por sobrevivir. ¡Olvidémonos de lujos y bienestar!. Sobrevivir se está convirtiendo en una verdadera heroicidad, gracias a la política económica del Gobierno de Rajoy. Ahora bien, a este paso, ¿lo conseguiremos? Pero, eso al señor ministro no le preocupa. "La especie" es más importante que los derechos y los propios ciudadanos a los que tendría obligación de proteger. Por cierto, sobre el concepto de "matrimonio natural" le recomiendo que se lea este artículo. Y a vosotros también. Para que se dejen de inventos "naturales".
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