Cadena SER
Concursante: ¡Grandeeeee Jordi!
El régimen de Franco vio las orejas al lobo y, seguramente, asesorado por sus aliados en la administración norteamericana, intentó una “maniobra de lavado de cara”. Política que había empezado unos meses antes, en febrero de ese año 1974, con el discurso de toma de posesión de Arias Navarro como presidente del gobierno, tras el atentado de ETA, que costó la muerte del anterior, el almirante Carrero Blanco (en diciembre de 1973), íntimo amigo del dictador y representante del continuísmo más duro. Fue el conocido como “Espíritu del 12 de febrero”, también con el nombre de “Apertura”, donde lo llamativo fue el “Estatuto de Asociaciones Políticas”, en desarrollo de las Leyes Fundamentales del Movimiento. No habría partidos, pero se abría un cauce de participación, “desde dentro del Movimiento”. Fue una época de pasos atrás y adelante, forzados por el miedo a una oposición democrática que cada vez más quería salir a la luz y cambiar las cosas, a imagen de la marea portuguesa. El sector más duro del régimen, que fue conocido como “el Bunker”, por representar una fortaleza defensiva de guerra, se opuso a esta “apertura”, por significar el suicidio político del sistema. Los “aperturistas” luego pasarían a ser “reformistas”, cuando la reforma que planteó Arias Navarro (ratificado como presidente del gobierno por Juan Carlos, tras la muerte de Franco) fracasó y éste se pasó al núcleo duro, donde estaban Fraga, y los que luego fueron conocidos como “los siete magníficos” que pertenecían a Alianza Popular, federación de partidos surgidos de las asociaciones políticas amparadas en aquel Estatuto franquista. Los juicios y los fusilamientos de terroristas de ETA o el FRAP marcaron la etapa dura del fin del periodo de vida del dictador.
Muchos aspectos hacían pensar en similitudes con el proceso portugués: una importante clase media deseosa de expandirse y progresar en libertad; una oposición política, encarcelada o en el exilio, reorganizada y cada vez más combativa; la agonía de las instituciones, demasiado marcadas por el personalismo del dictador; los medios de comunicación, cada vez más libres de la tutela oficial, pero censurados por los aparatos del estado; la aparición en el ejército de grupos demócratas; las guerras coloniales (en España el caso del Sáhara), que suponían un enorme coste, cuando estaban condenadas al fracaso, por la presión internacional. Desde dentro se imponía la idea de un cambio de rumbo, aunque fuese leve cambio. La muerte de Carrero fue el aldabonazo, y la revolución portuguesa aceleró este estado de opinión, partidario de cambiar algo para que todo siguiera, no obstante, igual.
El 20 de noviembre de 1975 muere Franco. Ya antes el problema colonial se resolvió a la tremenda, abandonando el Sáhara a su suerte. Por cierto, me hacen gracia ver ahora a los “niños y niñas” de la OJE (junto a la “verdadera izquierda”, deseosa de culpar al PSOE de todo lo malo que pase en el mundo) en hacer del Sáhara una causa ineludible, cuando SU RÉGIMEN fue el que les dejó tirados, permitiendo que Marruecos se adueñara del territorio. Tampoco estaría de más que los dirigentes saharauis asumieran su responsabilidad por haber aceptado el apoyo, la financiación y el armamento prestado por Marruecos, permitiendo que este país estuviera en las mejores condiciones para impedir su independencia, en lugar de culpar solo a España.
Arias Navarro continuó pero su reforma (más acorde con lo que quería el régimen) fracasó y le sucedió el Secretario General del Movimiento, Adolfo Suárez. Su ley de reforma política salió con éxito, fue apoyada por las cortes, ganó el referéndum, y, así, la oposición democrática tuvo que estar y pasar por la legalidad franquista, para salir a la luz. Por eso solo el partido que se inventó el gobierno, la UCD, el de Fraga (AP) y los grupos que componían el Movimiento Nacional, ya separados (carlistas, Falange Española y de las JONS, y las asociaciones que se desgajaron, pero coincidentes cien por cien con el Movimiento, como Fuerza Nueva) pudieron presentarse junto con el PSOE, el PSP, la Democracia Cristiana (salida del régimen también, pero años antes excluida por traidora por aquel llamado “Contubernio de Munich”), y el PCE, a las primeras elecciones después de la muerte de Franco. No pudieron presentarse otros muchos grupos políticos (ORT, PTE, PCOE, etc), al no haber sido legalizados, y tuvieron que disfrazarse de candidaturas independientes.
Una de las leyes que aprobaron estas Cortes, salidas de las elecciones de junio de 1977 fue la de amnistía. Antes de morir Franco era una exigencia generalizada. Pintadas, pasquines, manifestaciones, cada acto político de la oposición democrática contenía la petición de amnistía. En Portugal no hizo falta, con el golpe militar. Cuando triunfaron, la gente salió a la calle y excarceló a los presos políticos, permitiendo también la vuelta de los exiliados. En España hubo una mínima concesión del gobierno, por decreto, pero era insuficiente. Era necesaria una ley no solo para sacar a todos los presos de las cárceles, sino también para que se anularan los juicios políticos, y dejase de ser delito las lucha por la libertad y el derecho de asociación política. Solo se opusieron a esta ley de amnistía los residuos del régimen (Fraga y sus siete magníficos), porque no querían que cambiase de verdad el panorama y ver a sus enemigos en la calle. Además todavía albergarían el deseo de perseguir a los luchadores por la libertad, cosa que permitía la primera amnistía por decreto.
En Portugal hubo ruptura, en España hubo reforma. En Portugal el dictador fue expulsado del poder y se fue a Brasil, al exilio. En España el dictador murió en su quirófano improvisado en el Palacio del Pardo, ejerciendo su poder. Por eso era fundamental la amnistía, para permitir la reconciliación entre los españoles ganadores y los perdedores de la guerra civil. Nada que ver con las leyes de punto final de Argentina o Chile, donde se exculpaba al régimen, sino que por ella se liberaba a los presos políticos y se garantizaba la no persecución de los luchadores por la libertad. La Constitución, que nadie propugnó, por cierto, en las primeras elecciones, sí dio “la vuelta como un calcetín” al estado fascista, convirtiéndolo en una democracia liberal. Mientras en Portugal varios años de incertidumbre entre democracia y “república socialista” (al estilo soviético) hicieron vivir incluso un nuevo golpe, que acabaría con la duplicidad de las instituciones, las políticas y las de gobierno de los militares golpistas, restableciéndose el estado actual regido por elecciones libres entre partidos, con los militares en los cuarteles.
En nuestro país vecino celebran el 25 de abril como fiesta nacional. Hoy están de fiesta y no cuestionan sus libertades. Nosotros ahora lo cuestionamos todo. Incluso lo que exigíamos, con escasa fuerza, pero con el convencimiento de su inexorabilidad: aquel perdón y cambio del statu quo que supuso la amnistía, para poder salir a la luz y ofrecer a los ciudadanos nuestras convicciones y propuestas de política a todos los niveles. Esto no debemos olvidarlo. Los que lo vivimos, al oír algunas cosas que se dicen, no lo hacemos. Esto también es memoria histórica.
El aumento de relaciones sexuales ilícitas es la causa del aumento de los terremotos, según el ayatolá Kazem Sedighi, imán de la oración del viernes en Teherán.
“Las catástrofes naturales son el resultado de nuestro propio comportamiento”, declaró Sedighi. “Muchas mujeres mal vestidas” (que no respetan la ropa islámica) “corrompen a los jóvenes, y el aumento de relaciones sexuales ilícitas hace crecer el número de terremotos”, declaró.
De insólito califica este diario de ideología ultra-conservadora y nacional-católica la noticia. Nos da a entender que el islam da respuestas extrañas a los problemas. Es la línea habitual del digital, atacar al islam y defender el cristianismo como seña de identidad nacional española y también de Europa. Este medio acoge con alborozo las noticias que subrayan las atrocidades que se cometen en nombre de la religión de Mahoma, y siempre las compara con el comportamiento (supuesto) de los cristianos a los que siempre presenta como superiores o víctimas inocentes de esos desmanes. Naturalmente, el mensaje político es de derechas, siempre, o más bien de extrema derecha, pues el PP es considerado blando y hasta traidor.
Pero no es la línea editorial (y de todo el contenido) del medio de lo que quiero hablaros. Es que cuando denuncia las palabras de ayatoláh lo hace con razón. Es estúpido achacar el origen de los terremotos a la relajación moral y la infracción de las normas religiosas. De cualquier norma moral o religiosa, añado. Porque da igual cuales sean éstas, si el fin es el mismo: culpar a los seres humanos de las catástrofes naturales que nos vienen azotando en los últimos meses. Es la misma paradoja que denuncio yo, con humor, en los dos últimos post que he publicado sobre la erupción volcánica en Islandia, en relación a la política nacional. El fanatismo empuja a culpar al "otro" de cualquier cosa que ocurra, incluso de lo que escapa a nuestras facultades humanas.
Pero olvidan que no hace mucho hubo otra interpretación de las catástrofes naturales similar, pero no hecha por un musulmán, sino por un jerarca de la Iglesia católica. El arzobispo de León (México) dijo lo siguiente: “Ante la violencia, el odio, la venganza y la muerte, ante las iniciativas de ley que afectan la base de la sociedad como es la familia, ante la inseguridad y el sufrimiento de tantas personas es bueno meditar los signos de los tiempos y preguntarnos con los terremotos, las lluvias, las inundaciones, ¿no nos estará hablando el señor?, ¿qué nos está diciendo con todo esto?”
Se refería a la recién aprobada ley que reconocía la validez del matrimonio entre personas del mismo sexo, en México, distrito federal. Otro religioso, pues, que culpa al relajo moral de la humanidad, de los desastres naturales. Y es que también aquí el fanatismo religioso aparece en el fondo de la denuncia pública del prelado. No solo barbaridades es lo que provoca el fanatismo, el integrismo, el fundamentalismo, también ampara y fomenta la sinrazón, lo absurdo.
Como sinrazón es lo que impera en el caso del velo de la niña del instituto Camilo José Cela de Madrid. Esa absurda disputa "velo si, velo no", donde la Comunidad de Madrid y el PP están haciendo una causa general contra las religiones "extranjeras", que según ellos "se quieren imponer a los demás". Pues no se hace la misma distinción con los símbolos de otras religiones, amparándose en un reglamento que prohíbe ir a cubierto, cuando en colegios privados y públicos se hace ostentación de esos elementos religiosos (siempre de la misma religión: crucifijos, altares, belenes, etc.), donde muchas religiosas llevan hábito con tocado, e incluso se fomentan ritos como las primeras comuniones, donde también las niñas llevan velo. Eso no se censura, ni se considera imposición, que casualidad.
La razón lo que enseña es que la religión debe salir de la escuela, para seguir enseñándose en los templos, para que se respeten todos los credos religiosos. Y por tanto TODOS los símbolos religiosos deben desaparecer de los centros de enseñanza, al menos de los públicos o financiados, todo o en parte, con fondos públicos. Sin discriminación. Eso es lo razonable, lo justo y lo sensato, y lo que de una vez eliminaría estos debates fanáticos, con los peligros que ellos entrañan. Así el fanatismo no impondrá más estupideces.
Pues ya lo hemos conseguido, ya hemos encontrado a alguien. ¡Tenemos las pruebas!. ¿Quién podría ser?.¡Tacháááánnnnn!. Véanlo ustedes mismos.
Espe nunca falla.
P.D.: esto es una broma, no es verdad, pero.... ¿todavía?......Atentos a los medios.
Pero ya dije en otro post que a este juez se le juzga por otros motivos, pues así lo han declarado los voceros de la derecha. Se le juzga por “su incompetencia al instruir, su afán de protagonismo, su participación en política, o su papel en el llamado caso Faisán”, como si estos comportamientos fuesen delictivos. Hay mucho odio político, profesional, mediático, contra Garzón. Y aunque soy de la opinión de que se equivocó, iniciando el procedimiento por crímenes contra la humanidad y otros delitos, no estoy de acuerdo en que su actitud fuese prevaricadora.
Yo no estoy de acuerdo con lo que hizo, pero no creo que deba ser juzgado, y menos, condenado por prevaricación. Los que vivimos la Transición recordamos cuando se pidió la amnistía. Fue un pacto. A regañadientes, pero para ambas partes. Los delitos que cometimos los que nos “movimos” contra el franquismo y sus herederos quedaban perdonados, los presos políticos salieron a la calle y sus sentencias anuladas. Pero también fueron amnistiadas las acciones de los franquistas y sus servidores. El dictador murió en la cama y la transición se hizo desde dentro, porque un referéndum (que perdió la oposición democrática) confirmó la vía de la reforma del régimen en lugar de la ruptura. Querer ahora juzgar las acciones de otros tiempos, si se anulase la ley de amnistía, equivaldría volver atrás, para unos y para otros, también en perjuicio de los que luchamos contra el franquismo, de forma ilegal, según la legalidad de entonces (no lo olvidemos). El franquismo se merece un juicio, pero no jurídico, sino político e histórico. No tiene sentido enjuiciar desde el punto de vista jurídico hechos como la invasión musulmana, o la reconquista, la destrucción de templos paganos, o los tribunales de la inquisición. No es jurídicamente procedente, porque responde a otra mentalidad basada en el odio y la violencia, luego "legitimada". Pero es que, además, si queremos hacer un juicio de los hechos del pasado no podemos olvidar que la experiencia republicana, cuyo aniversario celebramos hoy, no fue precisamente un éxito. Hubo hechos también execrables (como los numerosos asesinatos de miembros del clero católico, por el hecho de serlo) que motivaron que una parte de los españoles (media España, se dice) viera con buenos ojos un hecho bárbaro como es un golpe de estado, como el que dieron los militares en 1936, y provocaron la guerra civil posterior, con toda su carga de horrores y venganzas de los vencedores. Crímenes hubo en ambos lados. ¿También podría alguien iniciar juicios por crímenes contra la humanidad y genocidio en estos casos, si se anulara la ley de amnistía?. Me temo que sí, fuese cual fuese el resultado final. Un continuo “ir para atás” exigiendo responsabilidades penales no es lo más oportuno, ni llevaría a nada bueno, solo al enfrentamiento de quienes no vivimos aquello. Lo que sí tiene sentido es satisfacer el deseo de los familiares de los ejecutados y asesinados, cuyos cuerpos están todavía en cunetas y fosas comunes, a recuperarlos para honrar su memoria. Pero para eso hay otra legislación (vigente entonces y ahora) sobre enterramientos ilegales y están otros procedimientos y órganos jurisdiccionales.
Garzón rectificó y el juicio al que se le quiere llevar es un abuso de jurisdicción, como el que sufrimos nosotros en Palma del Río. No se puede entender que existe prevaricación porque se disienta sobre la ley aplicable. Eso es lo normal en todo los juicios y pleitos, y éstos no terminan con la condena penal del perdedor del juicio. Y existen los recursos y cuando una instancia superior anula una decisión jurisdiccional anterior, no termina condenando penalmente al órgano judicial que la dictó. Esto es un sinsentido.
Por ello y, repito, a pesar de mi discrepancia jurídica con Baltasar Garzón, hoy muestro mi solidaridad con este juez, pues se pretende hacer una injusticia con él, solo para beneficio de unos impresentables (FE y de las JONS, Manos Limpias...), y con el amparo de la derecha, supuestamente democrática, que ve la posibilidad de “dar una lección” al que destapó la corrupción del PP, en el llamado caso Gürtel. El estado de derecho debe seguir su camino, pero no nos merecemos una injusticia histórica como ésta.
Antes de ayer decía que Mariano Rajoy estaba escondido, que no hablaba desde que se hizo público el sumario del Caso Gürtel. Hoy lo ha hecho, pero no ha dicho nada. Como me lo temía. El PP tiene un guión elaborado antes de conocerse el sumario. Y todo a base de mentiras. Mentiras que los propagandistas de la derecha se están encargando de difundir. Veamos. El argumento principal es que hay algunos chorizos, pero no hay financiación ilegal del PP. Y esto ya lo declararon sin haberse leído el tocho de los 50.000 folios del sumario. ¡Qué capacidad de adivinación!. A pesar del aluvión de pruebas contra Bárcenas, Camps y Esperanza Aguirre.Por cierto, esta señora se ha cubierto de gloria con otro embuste: fue ella la que destapó el caso. Las risas y chiflidos aun resuenan en la Asamblea de Madrid.
Coinciden las palabras de Rajoy (no por casualidad) con la baja de militancia pedida por el ex-tesorero ya (se supone) del PP, Luis Bárcenas. Baja en el partido, no en el cargo público que consiguió gracias al PP, el de senador. Se debe dormir muy contento en la confianza de que te van juzgar en el Tribunal Supremo, sobre todo sabiendo cómo se las están gastando con Garzón. Rajoy no se atrevía a hablar sin que tuviera respuesta (también amañada) sobre el tesorero. Aunque tampoco se cree que le falte apoyo indirecto (los abogados, ¿seguirán en nómina del PP?) ni despacho donde seguir trabajando en la sede nacional. No en balde el partido le ha agradecido los servicios prestados, su “magnifica gestión que durante estos años D. Luis Bárcenas ha prestado como Gerente Nacional y Tesorero”
Otro embuste, que parece que ha decaído, es el de que esto era una conspiración contra el PP por parte del “comando Rubalcaba”. Lo han intentado defender, cuando ha dicho que los jueces son los que juzgan y no la policía, que depende del Gobierno. La lectura del tocho de folios hace insostenible tamaña patraña. Hay pesquisas policiales, pero también judiciales suficientes para callarlos.
Pero no era el único personaje Rajoy al que echaba de menos. José María Aznar es un dirigente clave en los años pujanza del grupo de personas directamente relacionadas con este caso de corrupción. Y tampoco había hablado. Qué cosas, lo ha hecho también hoy. En una comida de exaltación de su figura, se supone, infalible, magnífica, incuestionable (salvo para Rodrigo Rato, que se ha escaqueado), con la ejecutiva con la que se hizo con el poder en el PP hace 20 años, ha dicho (y se ha quedado tan pancho, oiga): "Los españoles no entenderían que el PP dejase de ser incompatible con la corrupción" Este tipo se la pisa, la bufanda no, la cara que tiene el colega. Todo el mundo sabe que los Correa, El bigotes, Galeote, Bárcenas, Sepúlveda, etc. se hicieron fuertes durante su mandato como presidente del PP, cargo que obtuvo en el congreso del que hoy celebraban su aniversario. Hasta su yerno, Alejandro Agag, era “bien conocido” por estos personajes. Su boda con la hija de Aznar la prepararon ellos y fueron unos invitados “estrella” del evento “imperial”.
Y tiene la desfachatez de decir que el partido “dejase de ser incompatible con la corrupción” ¡como si eso no hubiese ocurrido ya desde hace años!. Otras deberían ser las declaraciones de este tipo, pero ante el juez. Su actitud, además, es de una cobardía extrema, pues hace cargar sobre las espaldas de su sucesor, Rajoy, el del dedazo, la responsabilidad de lo ocurrido en unos años, donde, repito, él era el máximo responsable del partido.
En fin, queda mucho aún por ver. Aunque asuntos como la imputación de Garzón, o la próxima sentencia del Tribunal Constitucional sobre el estatuto de Cataluña, sean usados (¿deliberadamente, con premeditación?) para ocultar la gravedad de este caso. En el caso Garzón, donde, por cierto, también los voceros de la derecha están haciendo su campaña de mentiras para hacer olvidar que se le quiere juzgar por “prevaricación” por intentar enjuiciar los crímenes del franquismo, estamos viendo claramente las maniobras para salir airosos por parte de estos impresentables. Dicen que se le juzga por su incompetencia al instruir, su afán de protagonismo, su participación en política, o su papel en el llamado caso Faisán, como si estos comportamientos fuesen delictivos. No olvidemos que este juez fue el que introdujo al responsable de las finanzas del PP en este caso hace poco más de un año.
Atentos a próximas estratagemas.
No podía dejar pasar este acontecimiento. ¿Por qué?. Porque me encanta pasar momentos de ocio en Madrid. No viviría en una ciudad así, pero disfruto cada vez que voy a visitarla, desde aquel día en que mis padres nos llevaron en un antiguo Talgo, gracias a que tengo familia en esa comunidad, que emigraron para buscarse el sustento en los años 70. Sería 1977, porque acababa de morir Elvis Presley, y supimos la noticia en el piso de Fuenlabrada de mis tíos maternos. Era la época de la Transición, el despertar de la juventud, el rock urbano...Momentos inolvidables. Hicimos la correspondiente excursión a la capital y otros puntos de interés familiar y “cultural”. Imposible olvidar el bullicio de la gente en la Puerta del Sol, calle de Alcalá, calle Mayor, y Gran Vía, la enorme gran vía. Luego la he recorrido muchas veces. Como digo, me gusta pasar el tiempo en Madrid, pasear por sus calles, repletas de todo. Donde además del comercio, encuentras todo el arte, los mejores museos, la arquitectura, el cine, el teatro, la música, los libros....
La última vez que la visitamos fue el año pasado. Nos alojamos en la misma Gran Vía, en el Hotel Tryp Washington, muy cerca de la Plaza de España. Era ideal ya que teníamos entradas para el teatro, para Arte, de Yasmina Reza. Gran Vía es el gran centro del cine y el teatro, además de zona comercial, de moda y de ocio. En sí misma un espectáculo, por su arquitectura moderna, elegante, grandiosa. Tan cerca de la parte con más sabor de la capital de España. Un fin de semana, gracias al AVE, es suficiente para disfrutar de lo lindo, con lo que esta ciudad te ofrece. Aunque siempre haya que volver. Lástima que no nos hiciésemos alguna fotografía allí. La que incluyo, donde aparezco, es de la calle de Alcalá, tomando un helado mientras esperábamos para entrar al teatro, cerca del punto donde confluyen ambas avenidas. Pero recojo otras significativas, una antigua, otra actual, y hasta una imagen famosa: el cuadro que pintó Antonio López, con una gran vía vacía, pero hermosa.
Merecido homenaje a este hito del paisaje urbano.
Me han enviado un premio, cosa a la que no estoy acostumbrado. Pero siempre es de agradecer, digan lo que digan los pedantes. Yo agradezco a CreatiBea, del blog vinividivinvi, que se haya acordado del mi web, entre otras, para distinguirla con su premio “Genuino Blog”. Ella es compañera de La isla tuerta. Veo que compartir espacios te aporta algo más que coincidir en una publicación. Gracias.
El premio impone obligaciones (no hay nada gratis en este mundo). Cumplo con ellas. La primera es escribir una cita propia. Ahí va la mía:
“Cuando encontramos un muro cortándonos el paso, algunos quieren derribarlo a cabezazos, como un toro. Otros se ponen a escarbar como un hormiga, poco a poco, con un dedo, hasta hacer un pequeño agujero. Los primeros embisten con fuerza, hasta partirse la cabeza. Los segundos abren una brecha donde se cuela el agua, el viento, nuestro brazo. Con el tiempo el muro se cae por su propio peso y los cascotes dejan enterrados a los bravucones que lo embistieron. Nosotros pasamos.”
La segunda norma es premiar a otros blogs amigos, que visitamos porque nos gustan. Estos son mis premios: