En mayo de 1983 tomé posesión por primera vez de concejal en el ayuntamiento de Palma del Río. Iba como número diez en la candidatura del PSOE. El comité local de entonces esperaba sacar ocho concejales de diecisiete, dando la "vuelta a la tortilla" a los resultados que había sacado la UCD en 1979 y superando los cinco concejales, que, junto a los 4 que había sacado el PCE, permitieron gobernar gracias a la aplicación del pacto de la izquierda que suscribieron los dos partidos a nivel nacional.
Esa noche, la sorpresa fue mayúscula. El año anterior el PSOE había ganado las primeras elecciones en la autonomía andaluza y después, con 202 diputados, las elecciones generales ponían a Felipe González de presidente del gobierno, y la marea de izquierdas se extendía a los ayuntamientos, con ganas de dejar atrás la inestabilidad política y económica que se habían agravado gracias a la dimisión de Adolfo Suárez y el golpe del 23 de febrero. No nos esperábamos el resultado de aquellas elecciones municipales. Yo acepté ir en la candidatura en un puesto de "relleno", no para salir de concejal. Pero cuando un compañero me preguntó en el cuartel general cómo iba la cosa, tras los escrutinios de las mesas que habían llegado, yo le respondí blanco del asombro: "¿Cómo va?. ¡Si he salido hasta yo!"
Después sí me he presentado en seis convocatorias más. He sido concejal con varias responsabilidades y de 1987 a 1988, segundo teniente de alcalde, siendo Alcalde Manuel López Maraver. Luego fui primer teniente de alcalde, con el anterior alcalde, hasta 1991, año en que le sustituye Salvador Blanco. Con él fui primer teniente de alcalde desde ese año hasta 2007. Entonces le sustituyó en la alcaldía palmeña José Antonio Ruiz Almenara, con el que soy segundo teniente de alcalde. El domingo 30 de enero la asamblea del PSOE de Palma del Río ha aprobado su candidatura para las elecciones municipales de mayo de este año. Repito como candidato, pero con una sustancial diferencia: soy el tercer reserva.
Dice el tango que "veinte años no es nada", pero veintiocho son muchos años. Sobre todo cuando uno está al pie del cañón día a día, semana tras semana, mes a mes, veinticuatro años consecutivos, como es mi caso. Con mis defectos y mis virtudes, con mis aciertos y mis errores. Ya necesitaba un cambio de aires. Y lo mejor para el partido y para mí era que no repitiese de concejal. Sin traumas, sin chanchullos, respetando, como hemos hecho siempre a las personas, a diferencia de lo que hacen en otros partidos. Por eso voy en la lista, pero esta vez, para no salir. La candidatura es magnífica, con compañeras y compañeros de gran valía, tras haber demostrado una vez más que nuestro proyecto es el mejor para Palma del Río. Y renovando discursos y personas.
Dejaré en junio el cargo, pero no dejo la política. Eso es imposible y no quiero hacerlo. Estoy en mi derecho y desde mi formación eso se respeta. Doy las gracias a quienes me han apoyado en estos 28 años. Espero no haberles defraudado. Y seguiremos en la brecha. Que hay muchas cosas por hacer, desde muchos otros lugares, para que el mundo sea un lugar mejor del que quieren algunos convertirlo. Gracias.