domingo, 15 de enero de 2017

Otros bares desaparecidos: El zapaterillo


De niño recuerdo que mi padre frecuentaba el Bar "Los novios", como era conocido popularmente el Bar Gracia, nombrado así por los vinos de Montilla-Moriles que vendía allí Manuel Lopera, una vez que adquirió el antiguo bar que había junto a la barbería de “Rubito malaspatas”. En casa lo llamábamos el bar de la esquina (pues estaba en la calle Feria, haciendo esquina con nuestra calle, la calle José de Mora), o simplemente "la esquina", ya que nombrándolo así ya sabíamos a qué nos referíamos. Pero en otra esquina de la acera de enfrente, la contraria en la calle San Sebastián donde estaba la casa de la familia Liñán, había otro bar, más grande y también con solera, el bar de "El zapaterillo", que regentaba Manuel Ruiz. El apodo era del padre, que sería zapatero en su juventud, y pasó al hijo, que lo conservó siempre. Manolo era tío de mi amiga la escritora Mari Carmen Navarro.

El Bar El zapaterillo tenía entrada por la calle Feria, frente al antiguo Banco de Bilbao, y tenía la entrada de las cocinas por la calle San Sebastián. Donde estaba la barra era un salón amplio, con la barra al fondo a la derecha. Una entrada daba paso a una especie de patio, al que se asomaban otras estancias, una de ellas la que empleábamos los miembros de las juventudes comunistas en la clandestinidad, para hacer reuniones disfrazadas de encuentros de amigos consumiendo como otros clientes del bar. También hacíamos esas reuniones en otros establecimientos, como el mismo Bar Los novios (las menos veces, pues Manolo era muy exigente con eso de las consumiciones y no teníamos mucho dinero entonces) o el Bar de Espejito, al principio de la calle Feria. El bar estaba decorado, sobre todo ese patio, con numerosos objetos taurinos: cabezas disecadas de toros, carteles, banderillas, estoques, monteras, etc. Allí se reunían los miembros de la Peña El Palmeño, tras dejar las instalaciones de la Plaza de España (entonces plaza del General Sanjurjo). Manolo era gran aficionado al mundo del toro y a la cacería, como su padre, por eso uno de sus platos famosos eran los zorzales.

En los años setenta trasladaron el bar a la Avenida de Goya, en un pequeño local haciendo esquina con la Avenida de la Paz, hoy espacio abierto de "vending". Lo frecuentábamos cuando estudiábamos en el Instituto de Bachillerato, para los desayunos. Fue en ese local donde mi amigo Pepe Lora le gastó la broma de la "curiana" a Manolo. No recuerdo cuándo, el bar se trasladó a la esquina contraria en la misma avenida, conservando su magnífico sabor taurino, con numerosos recuerdos y fotografías. Cuando se celebraron novilladas en los solares del barrio del V Centenario, el bar fue lugar de encuentro destacado de aficionados y profesionales del toro. Una vez participé, incluso, en una tertulia sobre ello, allí, organizada por Radio Palma (cuyo propietario, Muñoz Rojo, está casado con una hija de Manolo). El local, tras la jubilación del "Zapaterillo", pasó a manos de su hijo Juan Carlos, que la transformó en una concurrida cafetería, seña de identidad del barrio. Muchos días lo veíamos en su terraza, junto a su mujer, tomando un café hasta que Manolo falleció hace unos años. El bar siempre permanecerá en la memoria de los palmeños.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito y entrañable. Gracias Javier. Manuel y María José

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

De nada. Es un placer reseñar buenos recuerdos de otros tiempos de nuestro pueblo. Saludos.

Anónimo dijo...

Que bonitos recuerdos. Muchas gracias Javier . Saludos .M. Carmen Ruiz

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

No hay de qué, M. Carmen. Me gusta recordar los lugares y personas que fueron importantes para mí.Saludos.

Anónimo dijo...

Puntualizar que Peña Palmeño estuvo primero en calle Feria para después trasladarse a calle Alamillo donde estuvo varios años hasta que la casa fue comprada por Paco Castillo para poner el salón de recreativos y pasar a la casa de la torteria de Esteve, y esta fue su última ubicación. Recuerdo a Manolo Zapaterillo que en los primeros años de la piscina publica tuvo la concesión del bar, su hermano Pepe tenía el bar la Vega en la calle Ciguela y su hermano Miguel tuvo la Venta Ruiz en el Rincón termino de Lora donde tenía también piscina y gasolinera.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Recuerdo haber entrado en la Peña El Palmeño en la casa de la antigua tortería de Esteve de pequeño, con mis padres. A esa me refería cuando hablaba de la plaza de España, pues estaba entre la plaza y la travesía de la calle Alamillos (entonces Presbítero José Rodríguez). Alguien me contó que se llevaron la peña después al bar del Zapaterillo en la calle Feria, aunque no estaba seguro, por eso no me atreví tampoco a hablar de traslado. Gracias por sus precisiones. Y también por su ampliación sobre la vida de Manolo y sus hermanos.