Foto: Fco. González. Diario Córdoba |
He asistido esta mañana a la toma de posesión de la nueva corporación provincial cordobesa. No ha ocurrido nada que no estuviera previsto. Por eso solo apunto algunas notas.
El PP se ha hecho con la presidencia al tener mayoría absoluta entre los diputados y diputadas provinciales salidos de los resultados electorales del pasado 22 de mayo. La futura oposición ha votado en blanco, tendiendo la mano así al nuevo equipo de gobierno. No ha habido copa de celebración. La consigna de austeridad, tantas veces repetida y prometida, parece que ha sido la causa. Sin embargo algunas cuestiones han chocado con lo dicho con anterioridad por los flamantes ganadores. Por ejemplo, la presidenta simultanea su cargo ejecutivo en la Diputación con la alcaldía de Priego de Córdoba. La promesa de "una persona, un cargo" para regenerar la vida política se ha olvidado pronto. Eso solo vale para los otros, claro. Otra cosa que me ha llamado la atención es que ayer Javier Arenas criticara al PSOE por haber convertido las Diputaciones "en un depósito de políticos fracasados". Lo dice una persona que ha perdido tres veces las elecciones en Andalucía, como candidato a la presidencia (1986, 2004 y 2008)...¿Qué entenderá él por un "político fracasado"? El colmo es que en la nueva corporación provincial cordobesa se sientan políticos de su partido que han perdido las elecciones municipales pasadas y otras anteriores también. Esos sí serán, para él, ejemplos de "triunfadores".
Ahora bien, la nota anecdótica más divertida para mí ha sido la actuación de Rafael Gómez, Sandokán, que ha sido de nuevo presidente de la mesa de edad (antes lo fue en el ayuntamiento de Córdoba el pasado día 11) y que ha dejado la labor de portavoz de su grupo a su otro compañero. Pocas palabras ha pronunciado el famoso e imputado constructor y joyero. La más repetida unos sonoros "chssss", "chisssst". Interjecciones emitidas repetidamente por Sandokán, cuando fue colocando la medalla de la corporación a los diputados y diputadas, tras el juramento o promesa de éstos, ya que al irse de vuelta a sus asientos muchos de éstos olvidaban recoger el estuche de la medalla y el pin de solapa. Cosa que además le ocurrió al final a él, al intentar ponerse él mismo las condecoraciones y tener que dar marcha atrás, entre las risas y murmullos jocosos de la concurrencia. Al menos ejerció el mando de forma campechana, para llamar la atención a los olvidadizos corporativos.
3 comentarios:
Tal como lo cuentas, quizá no sea así y sea solo un producto mental mío, la estampa desde el inicio hasta el final me parece altamente surrealista, por los personajes y por las anecdotas.
saludos,
Bueno Miguel, tú conoces las diputaciones y habrás asistido a un pleno de constitución. El desarrollo fue muy formal, algo rígido, pero solemne y los personajes que gobernarán la provincia dejan mucho que desear. Experiencia en gestión, poca. Algunos parlamentarios y miembros de la oposición de diversos ayuntamientos. La nueva presidenta es alcaldesa recién elegida, solo con experiencia parlamentaria. O sea, "pulsar el botón" cuando lo diga el portavoz y mucho "chismorreo de pasillo". No sabía, por ejemplo, en qué orden dar la palabra a los portavoces de los grupos. Otro tanto ocurre con miembros de su equipo de gobierno, por cierto, sin cerrar todavía, a pesar de intervenir el mismísimo Javier Arenas en las reuniones. Pero, como vemos con sus promesas, da igual, este señor dice lo que le da la gana sin inmutarse, aunque él mismo sea el ejemplo de lo que critica.
Los portavoces estuvieron como yo esperaba. El de UCOR (Sandokán), un profesor universitario, demostró la "falta de ideología" de su grupo y sobre ello se extendió como forma de resolver la crisis. Increíble. Ni se creen ellos mismos el éxito obtenido, con un cabeza de lista como tienen. El de IU (paisano mío y antiguo compañero de corporación palmeña) estuvo en su estilo: demasiado tiempo, yéndose por las ramas de la política nacional, algo mitinero, pero apagado tras el fracaso de la coalición en su antiguo buque insignia municipal, y exigente con el nuevo gobierno provincial. El portavoz del PSOE, Salvador, el anterior alcalde palmeño, hizo mención al esfuerzo por adaptarse su grupo a la labor de oposición tras 28 años de gobierno, fue elegante, ofertando una oposición leal, pero escrupulosa y recordó a los anteriores presidentes provinciales, aunque le costó leer un discurso largamente consensuado. El portavoz del PP fingió apertura y diálogo, pero le salió la vena pepera de hacer de los mandatos socialistas un paréntesis a olvidar. Reivindicó el papel de las diputaciones, pero se le notaba que un como "ahora sí valen, porque las controlamos nosotros". Nada más que euforia contenida y vaguedad de fondo entre fingida erudición jurídica e histórica.
Lo de la anécdota de la mesa de edad es lo cómico. No sé si surrealista, pero sí tragicómico. Que un personaje que presume de no haber leído un libro en su vida sea la imagen de una ciudad que pretende ser capital europea de la cultura en 2016 es de pena. Y también de pena que sea otro de los muchos imputados por corrupción que pueblan las corporaciones locales y asambleas regionales salidas de las urnas. En fin.
Saludos.
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