jueves, 28 de julio de 2011

El antiguo matadero municipal



En abril pasado hice mi recordatorio de la calle Río Seco haciendo un extenso repaso de la fisonomía urbana de esta calle en tiempos de la niñez. El penúltimo párrafo del texto lo cerraba así: “Al final, cerraba el conjunto urbano, frente a la casa del médico Don José Jiménez Molina, el Matadero municipal, haciendo esquina, junto a los talleres de maquinaria de los Martínez. Edificio sencillo de estilo funcional y clásico, con su torre rematada con una veleta en forma de matarife, apuntillando a una vaca o toro”. No tenía entonces fotografías de este inmueble, donde se prestaba un servicio público fundamental para uno de los sectores de la economía palmeña básicos en la alimentación: el sector cárnico. En Palma siempre ha habido y hay famosos carniceros. Recordemos a los hermanos Acosta, a Caballero, “el Conejito”, o a mi tío Emilio, “el Lechugo”, cuyos hijos continuaron el negocio después de su muerte. Este edificio era el lugar donde se sacrificaban muchas reses, fuese para su uso comercial o para consumo privado.

He estado buscando desde entonces imágenes del viejo edificio, al que recordaba tal vez vagamente. Pregunté a algunos de los antiguos empleados del matadero municipal y ahora, tras la búsqueda expongo algunas fotografías. Como la que encabeza el post, donde vemos su fachada principal, con su puerta metálica rematada en reja, su arco y adorno de entrada y el letrero donde se lee: “Matadero público”. 
 

O esta otra donde se ve a un joven matarife, Gabriel Fernández, descuartizando una res, en el suelo, junto a otro empleado y un carnicero. Foto que me facilitó él mismo, ahora oficial fontanero, y que corresponde a su juventud, recién hecho el servicio militar, según me contó. Se ven algunos útiles y otras piezas, colgadas. 
 

También he conseguido otras fotos, como la que se ve la matanza de un cerdo. Conozco de ella a un empleado que se jubiló hace tiempo, apodado “Rubeño” y, en el centro, sujetando al animal, vemos a Antonio Gómez Nieto, “Simbreta”, también jubilado en la actualidad en un puesto de fontanero. Foto, como otras que expongo, que pertenecen a la sala de oficios tradicionales del museo de Santa Clara.


El matadero se cerró en 1995 y se vendió por subasta en 1996, tras su desafectación, para edificar viviendas, como existen en la actualidad. En el pliego de condiciones describía así el inmueble: “Edificación que data de hace más de 60 años, que se ubica sobre solar en esquina con fachada de 42 metros y 53 decímetros cuadrados a calle Rioseco, y de 15 metros y 75 decímetros cuadrados a Avda. de Pío XII. Se compone de tres patios o zonas sin cubrir y tres cuerpos edificados: el situado a la izquierda, según se entra por calle Rioseco, se compone de un pasillo y dos líneas de corrales situados una a cada lado de dicho pasillo, que se conecta a su vez con el segundo cuerpo edificatorio más a la derecha, donde estaban situadas las líneas de vacuno y porcino. Entre ambos, se ubica el patio de entrada de animales, la mondonguería y la casa de bombonas. El siguiente patio está limitado a la izquierda por el segundo cuerpo anteriormente descrito, al fondo, por el laboratorio, la zona de inspección veterinaria y los servicios, y, a la derecha, por el tercer cuerpo edificatorio que lo constituye una vivienda de dos plantas que consta, en planta baja de salón, cocina y aseo, y en planta alta, tres dormitorios y un cuarto de baño. En el extremo derecho y con entrada desde Avda. de Pío XII, se sitúa el tercer patio, de forma rectangular, con pequeñas edificaciones secundarias tipo cobertizo”.


También fue empleado del matadero Santiago Morales, el fiel del matadero (DRAE: 1. m. Oficial que asistía en el matadero al peso de la carne al por mayor.), padre de una extensa familia, uno de cuyos hijos, de nombre Santiago también, se dedicó al toreo y tiene una finca de nombre “Palma del Río", con ganadería propia, en Venezuela. Allí hizo prácticas en su oficio de matador. En esa vivienda, a la que hace referencia la descripción, vivió Manuel Contreras con su familia, que pasó a la conserjería del ayuntamiento, hasta que derribó el edificio, tras el cierre. Éste tuvo lugar tras decidir el ayuntamiento no acometer más obras de inversión en el inmueble, necesarias para poder seguir prestando el servicio en condiciones de salubridad adecuadas. Y el personal de entonces fue recolocado en otros servicios y dependencias municipales. Manuel Contreras repartía las carnes en un carro de madera tirado por un mulo, como hacía su padre antes que él. Hoy, como digo, su solar lo ocupa un bloque de viviendas y locales comerciales. Sirvan de recuerdo estas imágenes y palabras.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

conocí a la familia de Santiago Morales, un hermano de él llamado Mariano Morales formó parte de la pandilla de amigos/as que tuve hace 40 años. Es estupendo leer este blog porque me lleva a un pasado lleno de felicidad.
Enhorabuena y sigue escribiendo.....

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Muchas gracias. Conozco a Mariano Morales y a sus hermanos desde hace años, y los considero amigos.

Supongo que eres quien comentó en días pasados. Me gustaría saber quién eres, por curiosidad.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Creí que la familia Morales ya no estaban en Palma, ellos salieron del pueblo antes que mi familia y yo lo hiciéramos, creo que se marcharon a Sevilla, recuerdo... pero observo por tu comentario que viven alli.En el recorrido que haces por la calle Río Seco, haces una buena descripción de la herrería que allí había propiedad del padre de Antonio Pérez Limones que formaba parte del grupo Los Munster, fué un gran amigo, conocí a toda su familia. Amigo Schevi estás ahondando en lo más profundo de mi corazón porque hablas de mucha gente que conocí y que no he olvidado, con algunas personas sigo en contacto.
Te diré en la próxima quién soy.
No me gusta ser anónimo.
Un saludo muy cordial.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Como quieras, amigo/a. Si quieres mantener el anonimato en el blog puedes escribirme a la dirección schevi.celtibetico@gmail.com e identificarte allí. Respecto a la familia Morales creo que nos referimos a la misma. Mariano Morales es procurador y tiene una pizzería. Su hermano Santiago, el torero "El arrojao" se fue a Venezuela y sigue en contacto con Palma. No sabía que se marchasen a Sevilla. Yo siempre los he conocido aquí, incluso conocí a su padre. En fin, seguiremos en contacto, y gracias por tus visitas al blog. Un saludo.

Anónimo dijo...

El carnicero que se ve en la foto primera es mi padre cuya familia se ha dedicado toda a la profesion de carnicero y son los Bejarano

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

¿Te refieres a uno de los Bejarano que vivió en la calle Pastores, familia de Pepe Bejarano, el pintor?