lunes, 10 de noviembre de 2008

Pasta sexy


En nuestro viaje de novios a Italia, como teníamos pagadas las comidas, nos ponían lo que ellos consideraban que debíamos conocer, lo típico. Y allí ¿qué es lo típico?. LA PASTA. Todos los días comimos pasta, como primer plato, para almuerzo y cena (algunas, no todas, aunque yo lo hubiese preferido a la alternativa). Sin embargo uno de los recuerdos comprados (aunque prometí no comer esto en muchos días) fue....pasta, de casi todos los tipos. Pero una principalmente la compramos para invitar a unas amigas especiales, Rosa y Carmela. Fue en Capri, tras haber visitado las ruinas de Pompeya, y Nápoles. El viernes pasado les invitamos Ana y yo a nuestro nuevo hogar. Y preparamos nuestra versión de la Pasta Sexy, como veis en las fotografías de este post. Una pasta con una forma muy “especial”. Esta es la receta.

Ingredientes:
Pasta
Almejas
Perejil
Sal
Pimienta
Limón
Vino blanco
Harina
Cebolla
Ajo

Preparación:
Se lavan las almejas (con sal y vinagre) y se echan en una sartén con vino blanco bien caliente. Previamente se dora, en el aceite, la cebolla y el ajo, cortados en pequeños trocitos. Cuando abran se añade sal, pimienta y perejil, y un poquito de harina para espesar. Antes de acabar se echan unas gotitas de limón. Al mismo tiempo se cuece la pasta unos 7 u 8 minutos. Se escurre y se mezcla todo en la sartén, dándole el último toque de calor. Se sirve "caliente".

La mezcla es de lo más afrodisíaca, o erótica, o al menos divertida, pues las caras que ponen los y las comensales al ver las almejas junto a los falos de pasta (puro ayuntamiento carnal) no da opción a la indiferencia. Receta no apta para ultraconservadores, clérigos integristas, escrupulosos/as, ni para mojigatos o inquisidores. Los demás, ¡disfrútenla!

8 comentarios:

Euphorbia dijo...

¿No picaban?
Comimos una vez de éstas, con la misma forma y picaban que rabiaban, terrible. Y no era la salsa, que era la pasta.
Veo que os trajisteis interesantes souvenirs...

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Pues no, no picaban. Tendrían otra composición las vuestras (como otros tipos de pasta que nos compramos, alguna picante, para el niño). Estas eran más suaves, normales, solo cambiaba la forma. Por eso las puede condimentar así, como almejas a la marinera. Y salieron buenísimas (según mis invitadas, que repitieron sin cortarse).
Y en cuanto a los recuerdos, también hubo más tradicionales: cristal de Murano (se supone), láminas de Florencia, camisetas, figuras de San Francisco, de San Antonio, etc. Muy típico y tópico.
Saludos.

Anónimo dijo...

SCHEVI TE HAS CASADO, NO LO PUEDES NEGAR, ENTRADAS DE COCINAAAAA???

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Hombre, Tabardillo, ya tenía antes estas entradas. Mira en las etiquetas, hay una de cocina, con varios post. Además algunas, como ésta, son recetas. La del solomillo al pedro ximénez tiene mucho éxito en cuanto a visitas. Aprendí a cocinar hace muchos años y me gusta. (A mi mujer también le gusta que cocine, por cierto, claro).

Eugenio Manuel dijo...

jejeje, qué bueno.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Gracias, Eugenio Manuel. Pruébala con alguien especial. Os gustará.

Aprendiz de Mucho dijo...

Veote con cara de suma felicidad abordo del "vaporetto" veneciano.
jejeje. Como dice tabardillo, hay "estados" que no se pueden ocultar. jajaja

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Hombre, Aprendiz, irse de viaje de novios a un sitio como Italia te deja cara de "recién casado", claro.
Por cierto, un matiz, no era el vaporetto. Como íbamos con viajes pagados por Venecia, nos pasearon en taxi por los canales, para ver la "Venecia desconocida por los turistas". Eso nos dijeron. De ese paseo es la foto. También nos paseamos en góndola (entre 80 y 100 € el viaje) de la misma manera, pero con champán barato (no tenía tapón de corcho, sino de rosca!). Vamos que cuento cosas y no paro...(el cambio de estado)jajajaja!