lunes, 17 de noviembre de 2008

Puro blues

El pasado sábado estuvimos en el Teatro Coliseo, en un concierto. El bajista empezó así: “Buenas noches, somos los puretones, o sea The Pure Tones, los tonos puros, ¿o qué pensaban?”. Pensábamos en lo primero, que eran unos puretas, unos antiguos. Cuando aparecen cuatro músicos, desaliñados, peinando canas e interpretando blues, ¿qué puedes pensar?. The Pure Tones, “Banda señera del panorama andaluz, creada por músicos de la vieja escuela sevillana procedentes de combos tan legendarios, que avalan sobradamente su oficio y profesionalidad.

Integrantes de las primeras bandas de blues españolas surgidas a principios de los 80, no han cesado de tocar con fervor su música favorita a lo largo de todos éstos años como si estuvieran poseídos por un espíritu atemporal y ajeno a todo tipo de modas impuestas o coyunturales.

Caledonia Blues Band, Algeciras Blues Express, Los Perkins, Entresuelos, Bluesters, ... son algunas de las blues bands que brillaron con luz propia en el panorama nacional y donde éstos músicos dejaron su sello, llevando su blues más allá de nuestras fronteras, colaborando y compartiendo escenarios con artistas como Otis Rush, Charly Musselwhite, Johnny Winter, Magic Slim, Mick Taylor o Raimundo Amador entre otros...” según su web.

Estábamos pocos (algo más de cien) asistentes, comparados con los espectáculos que periódicamente ocupan este teatro, como son las galas “benéficas” organizadas por las correspondientes cofradías y hermandades penitenciales, que celebran para recaudar fondos destinados a “enriquecer” (nunca mejor dicho lo de rico) su patrimonio procesional y litúrgico. Pero muchos, si tenemos en cuenta otros tipos de actos culturales (teatro, conciertos de música clásica), donde casi siempre nos vemos los mismos. Esta vez también estábamos los mismos...y algunos más. Curiosamente hasta había jóvenes de camisetas heavy negras y melenas, y algún que otro rapero de calzón caído, chándal con capucha y gorra. No lo pasamos mal, incluso estos jóvenes disfrutaron. Estoy cansado de aquellas galas, protagonizadas por “flamenquitos” tipo El Barrio o salseros imitadores de Operación Triunfo. “¡Por fin, música!”. Una hora y media de buen blues, y gracejo sevillano, con temas propios y versiones de míticas obras maestras (¡qué recuerdo de John Mayall, cuando escuchábamos la cinta de casette que tenía en su estudio fotográfico el padre de un compañero de instituto, para venderla, y aquel la sacaba sin que se diesen cuenta!). El blues es minoritario, pero que un grupo sobreviva fuera de los circuitos madrileños, es heroico. Fue una noche épica, gloriosa. ¡Por fin, música!. Yeahhh!

Mike Lidner y Pure Tones

4 comentarios:

Aprendiz de Mucho dijo...

es uno de los géneros musicales que más me gustan junto al R&B.
Parece ser que la influencia yanki de la base de Rota fue importante en toda la zona sur de la peninsula. Algo bueno tenian que tener estos chicos.¿no?

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Parece que sí, la influencia en este caso ha sido buena. También en el rock se nota la influencia. El grupo Smash es una buena prueba de ello. ¡Qué tiempos!

Anónimo dijo...

galas “benéficas” organizadas por las correspondientes cofradías y hermandades penitenciales, que celebran para recaudar fondos destinados a “enriquecer” (nunca mejor dicho lo de rico) su patrimonio procesional y litúrgico.
Es obvio que habla desde su desconocimiento en el tema,ni se imagina que destinos tienen un alto porcentaje de estas recaudaciones,aparte de enriquecer el patrimonio artistico de una ciudad o pueblo,de mantener con ello oficios artesanos y artisticos con el consiguiente sustento de las familias que viven gracias a esto,etc,etc.saludos.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Mi querido/a comentarista anónimo, lo primero que he de decir es que se equivoca profundamente. No es obvio que hable desde el desconocimiento. Conozco y mucho los intríngulis de esas galas organizadas por hermandades y cofradías. Todas las solicitudes de uso del citado teatro, con sus justificaciones pasan por mis manos. Algunas tienen como fin recaudar fondos para ayuda a proyectos humanitarios, pero la gran mayoría son para estos ornamentos y elementos litúrgicos (o, al menos, así se declara en esos escritos, y no tengo que pensar que mientan...). Existe incluso "cierta rivalidad" entre ellas para conseguir destacar más que otras y ello les mueve a hacer esos dispendios. Y conste que no lo censuro. ¡Allá ellos!. Que esto enriquezca el patrimonio y dé empleo a artesanos lo tengo claro. Pero discrepo de que todo ese patrimonio sea "artístico", y de que pertenezca a un pueblo o ciudad. Pertenece a la entidad correspondiente, aunque los demás hayamos contribuido a que ellos lo adquieran más fácilmente. Que, por cieto, "TODOS" contribuimos, aunque no formemos parte de la entidad, ni de la confesión religiosa a la que pertenece. Las cesiones de Teatro Coliseo son gratuítas y el coste de apertura de sus dependencias (el día de la gala, y los previos y posteriores de montaje y desmontaje) es elevado (luz, agua, personal...) y se paga por todos los ciudadanos de Palma, con sus impuestos, no por la entidad. Sin embargo el uso y disfrute de los bienes adquiridos se restringe a lo que disponga la Iglesia.
Repito, no me opongo a que estos actos se realicen, y lo estoy demostrando con mi actuación como concejal y anteriormente presidente del patronato de cultura. Puedo entender que haya cirto resquemor por mi texto, pero si se lee bien (y sin prejuicios) se verá que lo que quiero (y quieren más ciudadanos) es que haya más actos culturales, y de otro tipo, como el concierto de blues. Nosotros también tenemos derecho a un "trocito" de la tarta cultural de este pueblo.
Saludos.