jueves, 1 de diciembre de 2011

El voto de los hijos menores


Alucinando estoy. Ayer el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, presentó un libro titulado "Familias: los debates que no tuvimos", donde se recogen 50 medidas que propone ponga en marcha el próximo gobierno del PP. 

Esta entidad, el Foro de la Familia, que se define como una federación de asociaciones no confesional, en realidad es una plataforma de defensa de los valores católicos, como ha demostrado en todas las actividades que organiza o en las que ha participado. Y este señor, su presidente, siempre ha hecho propaganda de esta concepción de la familia basada en su religión. Además, ha criticado duramente todas las medidas que el gobierno socialista ha tomado en estas legislaturas pasadas de ampliación de derechos, cuando no obedecían a los postulados morales dictados por la Iglesia católica: aborto, divorcio, matrimonio entre personas del mismo sexo, educación para la ciudadanía...Así que no es incoherente que en el libro reitere sus propuestas derogatorias de esta legislación permisiva y ampliatoria de derechos civiles, y proponga a Rajoy la vuelta atrás en la legislación del matrimonio , una reforma educativa en beneficio de la escuela católica, la eliminación de educación para la ciudadanía, el endurecimiento legislativo, si no la abolición, en materia de divorcio, o la derogación de la ley del aborto. Cosa que sorprende, por cierto, en alguien que ha sido secretario de estado con Aznar, durante ocho años, en un periodo en que se practicaron 511.429 abortos, sin que su conciencia le impidiera permanecer en ese gobierno permisivo del aborto y sin decir "esta boca es mía".


Mas lo llamativo entre las propuestas que recoge el libro, y que suponemos habrá hecho llegar ya a Rajoy, es la petición de que se amplie el voto a los menores de edad, para que sea la "unidad familiar" la que tenga derecho al voto y "se reconozca su peso real". Según Blanco, don Benigno, en Hungría ya se ha implantado este tipo de voto familiar Concretamente la polémica Constitución húngara, aprobada por la mayoría conservadora de ese país y sin consenso, además de recoger frases tan inequívocas como "nuestros valores fundamentales son la fidelidad, la fe y el amor" o declarar “el papel del cristianismo en la pervivencia de la nación", contiene un artículo, el XXI, que dice: “No podrá considerarse una infracción a los derechos de igualdad de voto si una ley orgánica crea un voto adicional para madres de familia con niños menores o, cuando la ley lo prevea, que otra persona pueda disfrutar de un voto adicional”. Es decir, la ruptura del viejo principio democrático de "una persona, un voto". De esta manera, en España, si triunfa la tesis del Foro de la Familia, se reformaría la Constitución para que los padres votaran por sus hijos menores de edad, de igual manera que "los progenitores administran su dinero". Imagínense a esas piadosas y numerosas familias, que tienen todos los hijos que Dios les ha dado, pues no usan anticonceptivo alguno, depositando decenas de votos según lo que ha decidido el "cabeza de familia", frente a los demás que tienen voto individual. ¿A que ya se sabe cual sería el resultado?


No me extraña. Cuando la iglesia a la que pertenecen estos señores recluta a sus miembros nada más nacer, sin que presten su consentimiento, haciéndolo en su lugar los padres, y no permitiendo luego la salida de quienes quieren abandonar sus filas, el que se quiera votar por otro no les debe parecer ninguna "infracción a los derechos".  Pues lo es, diga lo que diga el Foro de la Familia. Otra cosa sería que votasen "las unidades familiares" y que a cada una se le concediese un solo voto, pero eso tampoco es, ¿no, Don Benigno? Entonces hasta los suyos le cambiarían el nombre por Don "Maligno". Para alucinar, repito. Espero que Rajoy haga oidos sordos ante semejante barbaridad.

Y éstos son los que se dicen liberales... De traca.

2 comentarios:

Euphorbia dijo...

Es increíble y una gran falta de respeto hacia el propio hijo. Todos los padres influimos en nuestros hijos de manera inevitable pero debe haber un margen para que ellos puedan aprender a pensar por ellos mismos y decidan su voto y cualquier faceta de su vida cuando tengan capacidad de hacerlo.
Votar por ellos me parece inmoral.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Suscribo lo que dices, Euphorbia. Además es absolutamente antidemocrático. El voto es individual y libre. Votar por otros es hasta delictivo. Eso solo ocurría en España, como me ha recordado mi amigo Mariano (no Rajoy, otro) esta mañana, cuando se hacían las pantomimas de votaciones de los últimos años del régimen de Franco. Entonces se ensayó un tipo de voto, el de la llamada democracia orgánica, que se suponía era representativo de uno de los "tercios" (familia, municipio y sindicato) de la representación, el "tercio familiar". Votaban los "cabezas de familia". O sea, que lo que pretende Benigno (más bien maligno) Blanco es la resurrección del régimen corporativo franquista.