El ventrílocuo

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Ya sé que es el tema de moda de coloquios, tertulias, portadas de medios y barras de bar, por eso estará manido. Ya sé que no voy a ser original hablando del caso Gürtel, y que alguien me considerará tendencioso. Pero es que ver esta foto me ha impresionado. Me he acordado de la entrañable Mari Carmen y sus muñecos (Rajoy parece una triste caricatura de doña Rogelia), o mejor de José Luis Moreno. Allí, detrás, dirigiendo al muñeco, el ventrílocuo, el que habla con el vientre, el que mueve la marioneta (¿de “Mariano”?, que triste y patética coincidencia). Los espectadores aplaudiendo al títere, y el verdadero motor de la escena escondido, tras la espalda, disimulando sus movimientos y su voz, los verdaderos. Es grotesco, como grotesca es la situación que está pasando el primer partido de la oposición. 

Mariano es como Monchito, el cuervo Rockefeller o Macario, ese que siempre aparecía con semblante pasmado. El “bigotes” es el que mueve los hilos, el que sostiene el tinglado, en la imagen queda claro. Y Mariano, como el cuervo, terminará graznando y gritando “¡toma , Moreno!”. Toma cantada, toma trago, Mariano. Cuanta chulería, cuanto abuso, cuantos implicados, desde que un famoso clan de jóvenes cachorros, el Clan de Becerril, se hiciera con el poder dentro del PP, creyéndose los mejores, los únicos, omnipotentes, inmunes.

¿Es que a estas alturas de nuestra democracia todavía no se han enterado algunos?. ¿Por qué esa inclinación, también de los políticos, a tropezar dos veces en la misma piedra?

(Imagen de google)