La Fiscalía se ha querellado contra Leo Messi, el jugador barcelonista, acusándole de fraude fiscal. Se le acusa de usar sociedades ficticias en paraísos fiscales para evadir los impuestos de sus abultados ingresos. Como siempre, respeto la presunción de inocencia. Como siempre, cuando se trata de una persona adinerada, la sospecha de eludir las obligaciones tributarias es tan grande como su fortuna. Messi es en sí, además de un gran jugador, un gran negocio que mueve millones desde su infancia. La tentación de aprovechar al máximo esas ganancias no debe ser fácil de evitar, como vemos en muchos otros casos, en los que los paraísos fiscales hacen su gran negocio. Veremos qué pasa, pero no es difícil imaginárselo en el paraíso, disfrutando de su fortuna. Como disfrutaba el, durante semanas, olvidado Bárcenas, el extesorero del PP, de sus 47 millones de euros depositados en otro paraíso fiscal, eso sí, sin palmeras ni playa, en Suiza. Al que las declaraciones de la renta le salían a devolver. Para tipos así siempre es fácil encontrar el paraíso, para los demás siempre se nos aparece el infierno.
1 comentario:
Hello. And Bye.
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