martes, 24 de diciembre de 2013

Tradiciones: la cena de nochebuena


Esta noche muchas cenas se convertirán en el rito común. La cena de nochebuena, una tradición para los que pueden celebrarla. Una tradición con partidarios y detractores. Que alegra a algunos y que incomoda a otros. Donde se reúnen seres queridos y donde se juntan quienes no se soportan. Un placer y una obligación. Como toda moneda tiene sus dos caras, cara y cruz, como Jano bifronte. Niños, niñas, esposos, esposas, hijos, hijas, nietos, nietas, abuelos, abuelas, tíos, tías, sobrinas, sobrinos, cuñados, cuñadas... ¡ah! y siempre el cuñado que cuenta el mismo chiste todos los años. Los langostinos, el cava, el pavo o el lomo mechado, los mazapanes, el turrón, los bombones, el besugo o la lubina, el rioja, la cerveza...los menús de cada año. Las tradiciones son así. Aunque para todos no. "No te quejes por la comida, que otros no pueden comer", como decía mi madre. Algunos estos manjares los perdieron con la crisis. Algunos no podrán alimentarse de esto "de siempre", algunos ni podrán comer, por ejemplo, en la puerta del cajero automático donde se refugian del frío, de esa ciclogénesis explosiva que nos ha venido a acompañar estos días, para que parezca de verdad invierno. Otros, sin embargo, esperan terminar de cenar pronto, para irse de diversión con otras compañías. Pese a eso, el cuñado contará su chiste. Es la tradición. ¡Y cuidado! que no seas tú el cuñado del chiste... ¡Tengamos la fiesta en paz!. Mejor come con tu cuñado, y no te comas a tu cuñada. O que no te coman a ti. Que las digestiones en estos días son muy pesadas. Y peor es no hacer la digestión, como diría mi madre. ¡Sean ustedes felices! 

2 comentarios:

Juana Jimenez dijo...

Un brindis por esas madres!

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Y por las cuñadas, que también han puesto su granito de arena para pasar unas buenas fiestas.