lunes, 10 de febrero de 2014

Carnaval con reminiscencias del pasado


El carnaval llega este año con retraso. Será en la primera semana de marzo, al ser la Semana Santa, que le sirve de referencia, en la tercera semana de abril, cuando la luna llena de la primavera hace su primera aparición. Así que el ambiente está empezando más tarde que el año pasado a caldearse. No obstante ya empezamos a conocer las primeras escaramuzas.

Muchos de los que nos gusta el carnaval, con algunos años en el cuerpo, sabemos que durante la dictadura del general Franco estuvo prohibido. Más bien formalmente y con mayor o menor rigor en según qué zonas del país, pues, por ejemplo, los carnavales de Cádiz y Canarias pervivieron, domesticados (eso sí), y no sufrieron la represión correspondiente a su prohibición. En Palma del Río, mi ciudad, ocurrió lo mismo. De niño conocí y participé activamente en un carnaval que se resistía ser cuestionado por las autoridades, y que nunca llegó a desaparecer. De ahí mi gusto por esta fiesta. Pero en los últimos tiempos que vivimos hemos visto cómo algunas autoridades han visto con malos ojos esta fiesta, donde el pueblo ha aprovechado siempre el uso del disfraz y la máscara para expresar efímeramente sus críticas hacia todo tipo de "poderosos" o famosos, con impunidad. Así, en la bella Cádiz, gobernada por la popular Teófila Martínez, en varias ocasiones hemos conocido episodios de "represalias" a los carnavaleros críticos con la famosa alcaldesa y su gobierno, con la moral que ellos defienden, o sufriendo la censura las mismas agrupaciones carnavalescas que participan en el conocido concurso del Teatro Falla, como ocurrió el año pasado. El PP parece que tiene añoranza de aquellos tiempos pasados, y solo está dispuesto a permitir lo que no le incomoda. 


Hace unos días hemos conocido dos casos que se suman a esta percepción de retroceso al pasado. Uno se ha dado en Córdoba, ciudad también gobernada por el partido de Rajoy. Ayer se desarrolló una manifestación contra el gobierno municipal, organizada por la Asociación Carnavalesca. Pedían más respeto por su fiesta y más subvenciones, ayudas que se han visto recortadas un 35%, frente al apoyo a otros colectivos más favorecidos. Además días atrás nos enteramos que el ayuntamiento no permite que se realicen otras fiestas, que no sean de la religión católica, durante la cuaresma, por lo que, desde que el PP gobierna, se ha suprimido el tradicional Domingo de Piñata, fiesta que se celebra después del miércoles de ceniza en toda Andalucía, por lo menos. Parece que es una exigencia de las cofradías de semana santa, a la que ha accedido gustoso el gobierno municipal popular, mutilando el carnaval tradicional, en beneficio de la "ortodoxia". Habemus censuram


Para colmo, el 30 de enero de esta año, el BOE publicaba una disposición reguladora del uso del uniforme, concretamente de la Guardia Civil. Algo aparentemente sin relación. Y seguro que su finalidad, lógicamente, es otra. Pero los carnavaleros pronto se han dado cuenta de unos artículos que les pueden afectar. Concretamente el artículo 7 habla de las prohibiciones de uso del uniforme: 
"Artículo 7. Prohibiciones y limitaciones en el uso del uniforme o de sus prendas.
1. Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 8.3 de la Ley Orgánica 11/2007, de 22 de octubre, reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, los integrantes de dicho Cuerpo no podrán asistir a manifestaciones o reuniones vistiendo el uniforme reglamentario, ni portando armas. Tampoco podrán utilizarse prendas que hayan formado parte del uniforme de la Guardia Civil, ni las que claramente se identifiquen, por su singularidad o significación, como constitutivas del uniforme, de acuerdo con el contenido del anexo de esta orden.
2. No se podrá acudir vistiendo el uniforme, salvo en acto de servicio, a lugares y establecimientos incompatibles con la condición de Guardia Civil.
3. El uniforme de los miembros del Cuerpo de la Guardia Civil o de cualquiera de sus prendas singulares o significadas será de utilización exclusiva y única por los integrantes del mismo y por el personal retirado, en las situaciones y condiciones aquí reguladas; quedando prohibido su uso público en las demás circunstancias así como por personas ajenas al Instituto armado, salvo que, expresamente se autorice, previa solicitud, por razones de interés profesional, social o cultural.

No se repetirán imágenes como las que protagonizaron componentes de este cuerpo, cuando se manifestaron de uniforme, exigiendo la equiparación de derechos con otros cuerpos policiales, o la libertad de expresión. Ni tampoco se podrán usar uniformes o partes de él (como el famoso tricornio), por ejemplo, para el carnaval. Nadie podrá disfrazarse de guardia civil ni con alguna prenda que recuerde o se identifique  con el uniforme de esta institución. Ni que decir tiene que esto huele muy mal. Y claramente es una reminiscencia del pasado, el pasado franquista, que tanto le gusta al Partido Popular. Estos "liberales" se están pasando con tantas prohibiciones.


Por cierto, ¿sancionarán a los humoristas de la Gala de ayer de los Premios Goya, que imitaron al teniente coronel Tejero en su asalto al Congreso, porque usaba uniforme de la Guardia Civil? Habemus polémicam.

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