Como estamos acabando el otoño y los fríos se nos ha caído encima de golpe, apetece una receta de carne de caza. Mi cuñado Ramón, el veterinario, gracias a sus contactos, nos compró carne de venado (ciervo), de hembra para ser más exactos, pues dicen que es mejor. Así que he preparado una caldereta. Es una forma habitual de comer esta carne, propia de lugares serranos, como es el cercano Hornachuelos, donde la llamada "carne de monte" (que se prepara con venado o jabalí) es una especialidad muy suculenta. Cuando estuvimos en la Cañada Verde comimos caldereta de venado. Ahora me he atrevido a prepararla. Esta es la receta que he elaborado.
Ingredientes:
Carne de venado (kilo y medio)
Dos cebollas
Un par de pimientos verdes y rojos
Una cabeza de ajos
Dos tomates
Zanahorias
Dos hojas de laurel
Una guindilla
Tomillo
Romero
Pimentón dulce
Pimienta
Azafrán
Sal
Aceite de oliva
Vino tinto
La noche anterior se corta la carne en dados y se coloca en un recipiente con el vino tinto, el tomillo y el romero, para macerarla y que cojan los dados el sabor del vino y las hierbas. Así se impregnarán de sabores del campo.
Luego preparamos el sofrito. En la olla se echa la cebolla picada en juliana, el laurel y la guindilla y se sofríe hasta que la cebolla se quede transparente. Echamos el pimiento para que se poche. Luego agregamos el ajo picado, el tomate y la zanahoria, removiendo el sofrito. Más tarde sacaremos la carne del recipiente y la doramos en la olla con las verduras. Entonces echamos el vino, que habremos reservado, con el tomillo y el romero de la maceración. Eso reforzará el sabor de las hierbas a la carne. Terminamos añadiendo el azafrán, la pimienta y el pimentón, con algo más de tomillo. Rectificar de sal si es necesario. Si lo preparamos con olla exprés saldrá más rápido. Yo lo he hecho con el método tradicional y se necesita más tiempo para que la carne se ablande, pues las carnes de caza son más duras que las otras.
Se sirve generalmente tras unas horas de reposo. Preferentemente se come al día siguiente de guisar. Y se acompaña de patatas fritas, según mi gusto. Espero que os atreváis y lo disfrutéis, sobre todo, al calor de una chimenea, si tenéis la ocasión.
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