miércoles, 8 de junio de 2016

Libertad de expresión, también en religión


La juez del juzgado de instrucción nº 10 de Sevilla ha archivado la causa contra unas sindicalistas que protestaban por la situación de la mujer, a causa de su discriminación laboral y social, la reforma del PP en la ley del aborto y los despidos de unas mujeres en una empresa, con una manifestación celebrada el 1 de mayo de 2014, simulando una procesión donde portaba una vagina gigante. El motivo: fue un acto de libertad de expresión y los hechos denunciados por la Asociación de Abogados Cristianos no suponen ninguna infracción penal. Me alegro. Algunas frases de la sentencia, que no tienen desperdicio:

"Las investigadas intentaron exteriorizar en la manifestación opiniones contrarias o discrepantes con la Iglesia católica y con el fin de apoyar los derechos laborales de la mujer."

"Esa burla que pudieron realizar no consta se hiciera con el fin de menoscabar, humillar o herir los sentimientos religiosos de terceros."

"Los poderes públicos deben garantizar tanto que los ciudadanos puedan profesar, privada o públicamente, una determinada religión" como "impedir que se les obligue a profesar una religión."

Se "debe ponderar y equilibrar la protección de derechos fundamentales de igual rango, es decir, la libertad ideológica y religiosa con la libertad de expresión y la igualdad de todos ante la Ley."

"No utilizaron medios violentos ni coactivos" ni "promovieron actos violentos ni incitaron a ello"

Concluye: "El no creer en los dogmas de una religión y manifestarlo públicamente entra dentro de la libertad de expresión".

Espero que algunos aquí aprendan la lección. La Inquisición acabó hace tiempo. Respetemos la libertad ideológica y religiosa. No más autos de fe. ¡Viva la libertad de expresión!

2 comentarios:

el Gitanillo dijo...

Libertad de expresión ante todo, incluida aquella que contradiga los dogmas de la actual religión de lo políticamente correcto.
Lo curioso es que muchos de los fervientes devotos de la santa Vulva Insumisa, luego se arañen las cachas por dentro porque la gente beben y tienen sexo en El Rocío (o cualquier otra romería)... ¿En qué quedamos?

Acabo de descubrir tu blog y me lo estoy bebiendo, jejeje
Felices fiestas!!

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Una cosa es que se critique el sexo y el abuso del alcohol en romerias y otra muy distinta querer prohibirlas por ello o intentar meter en la cárcel a los que asisten a ellas. Lo primero es libertad de expresión. Lo segundo es tiranía, la misma de quienes quieren condenar penalmente a los manifestates cuya absolución he comentado en la entrada.

¡Felices fiestas!