Era marzo de 1981, y en la revista Palma, la que editaba el ayuntamiento palmeño, José Felipe Cardenete se quejaba de que el carnaval tan admirable, del que le habían hablado en Palma del Río, ya no existía y el panorama era desolador en los dos años anteriores. Ese año, sin embargo, vio más movimiento en la calle, indicio de que o se estaba recuperando o tal vez era el canto del cisne que anunciaba su muerte. Por suerte fue anuncio de lo primero, pues en los años venideros el carnaval se convirtió en fiesta obligada de bullicio popular.
En los ochenta destacaban grupos y personajes que continuaron con su presencia en posteriores ediciones, convirtiéndose en señas de identidad de las carnestolendas palmeñas. Recordemos, por ejemplo, a la entrañable pareja que parodiaba a Tip y Coll, Francisco Rodríguez (Currito "el de los polos") y Manolín Almenara. Ellos eran fieles al carnaval, regalándonos sus letras críticas en verso, que leían con sencillo y simpático recitado, de esquina en esquina, no dejando títere con cabeza. Incluso se metieron conmigo, como era natural, por mi puesto en el ayuntamiento. La foto es de su paso en un programa de televisión de Canal Sur, publicada por Currito en su facebook, en el que participamos (yo fui entrevistado, disfrazado de avaro) numerosos paisanos y paisanas aficionados al carnaval. Un desgraciado accidente acabó con la vida de Manolín, truncando para siempre la trayectoria del dúo carnavalero.
También mantuvieron encendida la mecha la añorada Murga de los Niños de Villaloca. Un grupo de amigos, cuya composición fue variando con el tiempo, y al que se unían esporádicamente otros acompañantes deseosos de participar de su buen humor. Rafalito Carmona, Francisco Carmona, Antonio Gamero, Antonio L. Flores, Juan Luis Muñoz Nieto, Juan Delgado (Iríbar), Manolo Velasco eran de los iniciales. En algunas ocasiones, otros invitados: José Felipe, Manolín Fernández, Eugenio Valle, Rafa Limones, Leonardo, Olegario...
Participaron como presentadores en los famosos Concursos de carnaval en el cine San Miguel (años 90), como en el que parodiaron el descubrimiento de América, con Flores (Colón), F. Carmona (hermano Pinzón), Ramón Rosa (fraile), india nativa (A. Gamero) estatua de la libertad (J. L. Muñoz nieto). Una de las letras de su temas, donde se recogen los bares de la época, la mayoría desaparecidos, reza así:
Desde el Parque hasta el Paseo
vengo por la calle Feria
con la murga Villaloca
no tengo más que miseria
Vengo cantando y bailando
porque llegó el carnaval
y como buenos borrachos
pasamos de bar en bar.
Salgo desde el bar de Flores
paro en la cafetería
y me meto en lo de Guanche
a escuchar el parte del día
Me voy para el bar García
y aunque me cause un agobio
me voy a escuchar los chistes
de Manolo el de los novios.
En Las Palomas me llaman,
en El Latero también,
paro en el Lezna y en Peso
y más tarde en Rafael.
En el Rinconcito entré
Filarmónica después
y llego a lo de Romero
con la cabeza en los pies.
Ay, este vino
que bueno está,
que bien se toma
por carnaval.
Otra comentó el programa especial de televisión de la nochevieja de 1987, en el que salió la cantante italiana Sabrina:
La pasada nochevieja
hubo gran expectaciónla gente estaba pendiente
de ver la televisión.
No era por las doce uvas
como ustedes se imaginan
“to” el mundo estaba esperando
los dos melones de la Sabrina.
Y cuando se puso a bailar
ay! que movimiento
una teta se le salió,
me cago en sus muertos.
Mucha gente no creía
que aquello fuera verdad
porque nunca habían visto
tetas en tal cantidad.
Y si lo que no le vimos
lo tiene de igual manera,
seguro que allí le cabe
un troncho como el de una palmera
Antonio L. Flores continúa su quehacer carnavalero en el grupo de teatro aficionado La Cochera de Flores, todavía en activo y siendo protagonistas de muchos espectáculos, no solo en Carnaval.
También el grupo Folk Azahares fue otro de los conjuntos asiduos durante años en nuestro carnaval, reuniendo con ellos a amigas y amigos.
Otros personajes populares de aquellos tiempos, algunos hoy en activo, son Jesús Morales, el del Pub Lord Byron, con su grupo de amigos, como los hermanos Gracia. O Manuel Carrillo, que acostumbraba a disfrazarse en solitario, hasta que el fallecimiento de su hijo Manuel Rafael, en accidente de tráfico, le apartó de estas lides. También se disfrazaban otros paisanos, como mascarones o, algo muy habitual, como mujer (mención especial para Carmelo Ruiz "el mono", ya retirado, o Antonio Muñoz Manzano, ya muy mayor y con familiares mayores a su cargo).
O Mariano Morales, que vemos con Ana Arquelladas, su mujer, disfrazada de Dama Blanca de Santa Clara y él de fraile, recitándonos sus poesías satíricas y burlescas.
Y también Eloy Viro, cuya presencia solitaria se ha convertido por muchos años en ingrediente fundamental del carnaval palmeño.
Cuando existía Vientos del Pueblo, también participaba en el carnaval. Esta foto de Jose A. Martín Cuenca da prueba de ello, recogiendo la presencia de algunos miembros y amigos. Entre otros vemos al siempre añorado Rafa Ceballos, cuya estatura le hace destacar.
Y cierro este apresurado y entrañable recorrido por aquellos carnavales con una foto mía. En ella estoy disfrazado de espía, a las puertas del bloque donde vivía entonces, con más de 30 años menos, unos kilos más delgado y más pelo. Pudo ser en los carnavales de 1982 o 1983. Participé en un concurso de disfraces que hubo en el Club Juvenil, donde no gané nada, pero sí ganaron premio mi cuñado José Miguel y mi mujer, Ana. Me lo pasé en grande sorprendiendo a la gente mientras simulaba hacerles una foto con la cámara Hit, que comenté en otra entrada de hace años. Sabía que la foto existía, y hoy, por fin, hace prueba de que entonces yo también fui uno de los que intentaron relanzar el carnaval.
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