Hace pocos años tuvieron lugar incidentes en la mezquita de Córdoba, cuando un grupo de musulmanes intentaron rezar y fueron desalojados a la fuerza del recinto. Algo que terminó en juicio y con la absolución de los acusados de desórdenes públicos, atentado y lesiones. Esto ocurrió porque los guardias de seguridad impiden en todo momento que se pueda rezar en el templo, si no es por el rito católico.
Desde hace tiempo se viene reclamando la titularidad pública de la mezquita. Soy de los partidarios de esta tesis jurídica, que ya he expuesto en el blog. Los detractores y defensores de la propiedad eclesiástica, entre otras razones, alegan que lo que queremos es devolver al culto musulmán este templo. No es mi caso, ni el de muchos defensores de la titularidad pública, derivada de la apropiación del templo por las tropas del rey Fernando III de Castilla, en la Reconquista. Ni siquiera cuestiono esa apropiación como botín de guerra, que refuerza la tesis de la propiedad del Estado español, heredero de la Corona de Castilla. Hay otros que defienden el rezo compartido, pero no es mi caso. Yo considero legítimo el uso que dio el rey Fernando al monumento como "su iglesia", y por tanto no cuestiono que en ella se celebren ritos católicos en exclusiva.
También se ataca a la izquierda, en general, por pedir la titularidad pública, unos vía expropiación (idea que no comparto, pues no hay necesidad de expropiar, al ser bien de dominio público), otros vía de recuperación de la titularidad usurpada e inscrita en el registro de la propiedad, alegando que tenemos relaciones con organizaciones islámicas. Tampoco es mi caso, pues no tengo ninguna simpatía por el Islam ni por sus organizaciones.
Sin embargo, fueron otros, no precisamente de izquierdas, los que hace muchos años, permitieron el rezo musulmán en la Mezquita Catedral de Córdoba, como vemos en esta vídeo del NO DO. Una vez con la visita del rey de Arabia Saudí a España, Saud bin Abdulaziz Al Saud, y otra con motivo de un congreso islamo-cristiano en la capital cordobesa (ya entonces, en tiempos de Franco, alguien buscaba el diálogo de civilizaciones). Muchos rezaron entonces por el rito musulmán, con la presencia de autoridades y hasta del obispo y religiosos católicos. Hoy día esto es imposible.
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