Cuando voy de viaje me gusta guardarme instantáneas sobre curiosidades que veo, sobre todo sin son elementos del urbanismo peculiar que nos encontramos. Aldabas, ventanas, rejas, puertas, farolas, edificios completos, letreros, fuentes...elementos que dan personalidad al paisaje, por obra de los habitantes que lo viven día a día, casi sin darse cuenta de su valor histórico, artístico, emocional y hasta literario. Os dejo una muestra de esos "elementos", que yo he llamado "epigrafía popular", por ser inscripciones, escritos colocados para conservarse e indicar nombres de calles, o anuncios, o explicaciones, que encierran historias curiosas o simpáticas. Todas son de Córdoba. La que encabeza el post es un buzón para el correo que se reciba en la casa, cuyo patio visitamos en mayo.
Publicidad en una de las tiendas que hay en el patio ganador en la categoría de arquitectura tradicional, en la Calle Marroquíes 6. Productos naturales, para el cuidado del alma. Competencia a la religión, con remedios artesanos.
Advertencia en materiales baratos, sobre prohibición de aparcamiento en una puerta de cochera. Nos tenemos que creer que habrán solicitado la señalización del vado. Como no he vuelto por allí, no he comprobado si es cierto y la burocracia municipal es lenta, o es que se quieren ahorrar su coste.
El aviso famoso que encontramos también en Pompeya en forma de mosaico en el zaguán de una de las casas reconstruídas: "cave canem". Cuidado con el perro. Un azulejo con la imagen del "peligroso can" en el pasillo de entrada de la casa. Ni que decir tiene, que no nos dio miedo, precisamente, el minúsculo caniche.
Nombre de calle, con obvio pasado: camposanto anejo a la iglesia de Santa Marina, una de las iglesias mandadas edificar por Fernando III, tras la conquista de Córdoba a los musulmanes, donde recibieron sepultura muchos de los afectados por las numerosas epidemias.
Cercana a la anterior vía, tiene un nombre antiguo cuyo origen concreto desconozco, pero que explica Francisco Solano Márquez en su libro "Córdoba insólita". Ya me enteraré y contaré la causa.
Y para finalizar este recorrido, dos muestras de rotulación callejera "espontánea". Hace tiempo algún o algunos bromistas rebautizaron algunas calles con frases ingeniosas o curiosas. En nuestra visita encotramos dos: "Un alto en el camino", cosa que nos pareció de lo más adecuda después de horas callejeando, buscando patios que visitar por la intrincada geografía callejera cordobesa.
Y "Volando voy", nombre que recuerda a la canción de Kiko Veneno, que popularizó Camarón de la Isla. Porque volar era lo que nos hubiera venido bien, tras el periplo por los barrios con más sabor del casco urbano. Un recorrido con "muchos vuelos", con arte y sabor popular.
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