jueves, 21 de junio de 2012

Rajoy primer ministro de las Islas Salomón

Con el enfado de la inmensa mayoría de los grupos de la oposición en el Congreso de los Diputados, el PP ha decidido definitivamente que no haya el acostumbrado Debate sobre el Estado de la Nación. Rajoy sigue en sus trece de no dar explicaciones sobre la situación que vivimos, ni del rescate. No quiere que repasemos las causas de la crisis, ni las medidas tomadas por su gobierno, que no solo no nos llevan por el camino de la solución, sino que nos están abocando al desastre. Y cuando los grupos piden explicaciones y debate no se les ocurre otro argumento que llamarles "pesados". El presidente del gobierno prefiere irse de viaje, para llenar su agenda y tener la excusa para callar. Pero, como no somos precisamente un ejemplo a seguir, ni el presidente es un líder mundial, no es raro que pasen anécdotas como la que vivió Mariano en la Conferencia sobre Desarrollo sostenible de la ONU, que se está celebrando en Brasil. Cuando el moderador fue a presentarle lo confundió con el primer ministro de las Islas Salomón, un archipiélago independiente, perteneciente a la Commonwealth, de los mares del sur. Vamos, de lo más cerca de Europa. Ya nos confunden con antiguas colonias británicas. Me imagino a Rajoy vestido de aborigen y bailando frente a los turistas, para crear empleo. O para huir de la quema. Vean el jocoso equívoco.


También me he acordado del primo aquel que negaba el cambio climático y de cómo usó sus argumentos para atacar la política medioambiental de Zapatero. Ahora Mariano se escapa a las playas de Rio de Janeiro, a olvidar sus males, y no puede ser de otra manera: nadie le reconoce, después de negar la necesidad de la economía sostenible. Tal vez lo mejor es que haga caso al moderador y se vaya a los mares del Sur. Así tendremos posibilidades de salir del agujero en que nos ha metido. Lo malo es que los aborígenes polinesios serán los que tengan que sufrir la subida de la prima de riesgo, el hundimiento de sus bancos y que hasta los monos de la selva se vayan al paro.

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