lunes, 10 de diciembre de 2012

El diputado del PP Santiago Cervera, detenido


Menudo escándalo se ha formado con la detención de Santiago Cervera, diputado navarro del PP, cuando le pillaron infraganti con unos documentos que, supuestamente, iban a ser usados para chantajear al presidente de Caja Navarra. Hasta ha terminado presentando su dimisión y su mismo partido le va a investigar. No me voy a pronunciar por su inocencia o culpabilidad. Hasta puedo creerme su versión de que ha sido víctima de una trampa. Pero el caso huele a chamusquina. 


Tras el caso de las publicaciones de un periódico sobre un "presunto informe de la policía" sobre las cuentas suizas de Artur Mas, justo antes de las elecciones en Cataluña, algunos asuntos de estos de corrupción que afectan a adversarios del PP están bajo sospecha. Bajo sospecha de ser campañas orquestadas por los bajos fondos del poder, para acabar con esos adversarios. El mismo Cervera no daba crédito a las informaciones que le llegaban, según los correos publicados, dando muestras de responsabilidad. Pero si se creyó el anónimo, debió denunciar a la policía el hecho, no ir a por los documentos para aprovecharse.  Así que, fuese un intento de extorsión en el que participase el diputado popular, o fuese lo que dice él, una trampa, al señor Cervera le han pillado con el culo al aire. Tal vez quisiese información para emprender una campaña contra sus enemigos, pero la forma de conseguirla es absolutamente deleznable (citas en la oscuridad de la noche, correos anónimos, escondites secretos... vamos, de película policíaca). Puede que pensase en convertirse en el "garganta profunda" de ese periódico que tantos  favores hace a su partido con sus "investigaciones", como la del ácido bórico, los trenes de Atocha, lo de ETA y el 11M... y ha jugado a agente secreto, "por curiosidad", siendo del todo imprudente, claro. Sea un chorizo (de Pamplona, como alguien ha apuntado con humor ya) o un pardillo, que ha ido de listillo y que jugaba al espionaje, su ridículo le hace merecedor del cese. Su actuación desmiente el eslogan que presentaba en la primera imagen. En este señor no se puede confiar.

No hay comentarios: