Esta tarde, mientras estaba en la cocina, sonaba de fondo la voz de Belén Esteban en la televisión. La voz en grito, pues es la costumbre de esta señora y los demás "contertulios" de los programas de Telecinco donde participan (casi a todas horas del día, por cierto). El griterío es lo normal, ya que de alguna forma tienen que concitar la atención de la gente, pues de argumentos no andan precisamente muy sobrados. Pues bien, cuando alzó la voz la "princesa del pueblo" una sonora ovación de aprobación sonó entre el público asistente. Entonces pensé: "así está España".
Viene esto a cuento de las negociaciones entre los diferentes partidos para conseguir pactos de gobierno, de investidura, de legislatura... o lo que sea. Mucho griterío en los medios de comunicación, incluida internet con sus "redes sociales", pero ninguna voluntad de llegar a acuerdos que consigan un gobierno mínimamente estable.
Al alcanzar un pacto el PSOE con Ciudadanos, el resto de los (presuntos) aspirantes a pactar a cuatro bandas (Podemos, IU y los demás) se han lanzado al cuello de los pactistas. Han llegado a sacar trapos sucios del pasado (por ejemplo, las declaraciones mutuas de los dos partidos de pacto, descalificatorias), cuando ellos también han descalificado al PSOE, con el que supuestamente querían pactar, en la misma campaña electoral pasada, e incluso después, pues las redes sociales siguieron siendo campo de batalla contra el partido de Sánchez, sin un día de tregua siquiera. ¿Qué voluntad de pactos podía ver nadie cuando te estaban atacando con saña cada hora del día, por ejemplo diciendo que el PSOE era la derecha? ¿Y qué sentido tenía querer pactar con esa "derecha disfrazada" y luego sentirse como la amante despechada en el último momento antes de la boda? Paparruchas, o mejor, griterío al estilo "Sálvame" para seguir buscando el aplauso fácil del público.
Ayer la "Secta" (la Sexta TV) lanzaba su campaña contra el PSOE y Ciudadanos, dando altavoz a los que decían que el pacto era un fracaso porque los números no sirven para conseguir el gobierno, y sin leer siquiera el contenido del pacto. Destacando tanto a Podemos, como al PP (aliados por la confluencia de intereses en este momento). Y tienen razón los que se fijan en la aritmética. Pero olvidan que los números son tercos. El PSOE (89 diputados) más Ciudadanos (40) suman 129 votos, lejos de la mayoría absoluta del Congreso (176). Pero el PSOE, más Podemos (65 diputados), más IU (2), más Compromís (4), son 160. Y tampoco se consigue esa mayoría. Así que ambas posibles coaliciones o pactos de investidura o de gobierno, estaban abocados al fracaso. Digan lo que digan. ¿O es que pensaban que los independentistas se iban a sumar sin conseguir la promesa de trocear España? Hay tantos intereses encontrados que es difícil llegar a un punto de encuentro, aunque eso fuese posible, como nos demuestra la historia. Recordemos lo que hacían los italianos tras la Segunda Guerra mundial: para evitar que el partido comunista se hiciese con el poder se aliaban partidos de muy diferente pelaje, formando distintas coaliciones de gobierno. Ese era su interés común y lo ponían por encima de todo. Y lo consiguieron, impidiendo que gobernase el PCI, llegando hasta su disolución, tras la caída del Muro de Berlín. Quienes quisieran cambiar las cosas, impidiendo que el PP volviese a formar gobierno, lo tendrían fácil buscando el interés común. Pero los intereses particulares han primado. Esto es España y no Italia.
Mucho griterío, mucha pose de dignidad atacada o de dama ofendida, pero todo fuegos artificiales. Ya se sabía que, tanto PP como Podemos, quieren nuevas elecciones, pues confían en mejorar resultados. Y no se cortan en decirlo... aunque también digan lo contrario. Como pasa en el dichoso programa donde salen (y gritan) Belén Esteban y su coro de "vips". Me temo que ese será el resultado de todo esto: fracasos en la votaciones de investidura, y en junio elecciones. El griterío, mientras tanto, seguirá, con los actores y actrices de la comedia del nuevo "Sálvame" en escena. Y los problemas de la ciudadanía olvidados en un cajón.
3 comentarios:
Entre otras cosas, a la "Secta" también le interesa que fracasen los pactos y se vuelvan a convocar nuevas elecciones en Junio. Hasta entonces, podrá mantener sus "circos" y así seguir vendiendo publicidad en sus programas estrellas. Resulta curioso analizar como el Grupo Editorial de "La Razón" y "La Sexta", ha duplicado en 2015 sus beneficios por publicidad con respecto a 2014. Es la economía amigo, es la economia
Ciero. Antena 3, La Razón y La Sexta son diversas manifestaciones de medios dirigidos a diferentes sectores, y todas son propiedad del mismo grupo de empresas.
Y ese grupo empresarial está interesado en mantener el statu quo actual. Por eso potencia a un grupo como Podemos, una izquierda protestona incapaz de gobernar.
Publicar un comentario