De niño mi tía Adelina me regaló 50 pesetas. Un capital, para la época y para un chaval, como yo. Loco de contento me fui a Casa Pineda a gastar ese dineral. Cuando volví, mi padre me preguntó que qué había hecho con el dinero y le dije que había comprado un libro. Se alegró ("¡un libro!"). Cuando se lo enseñé cambió la cosa y recibí una de las broncas más grandes que había conocido. El libro que me había comprado era uno de las aventuras de Mortadelo y Filemón, dos de mis personajes preferidos del tebeo. En aquellos tiempos mi afición preferida era la historieta, el tebeo, como se llamaba a lo que después se llamó comic. Tenía muchos, de esas revistas que editaba, sobre todo, la Editorial Bruguera. Y Francisco Ibáñez era mi autor preferido. No es que fuese poco dado a la lectura o que no me gustase el estudio, ya que incluso era buen estudiante y sacaba buenas notas en la escuela. Pero mis ratos de ocio los dedicaba a los tebeos, la mayoría comprados con la poca paga que recibíamos, en la mentada Casa Pineda (Ca´ Pineda, como decíamos). Aunque también nos regalaban otros la familia, como aquella enorme colección que nos trajo mi cuñada Elena, que había pertenecido a su hermano Juan, ya demasiado mayor entonces para degustar este tipo de literatura infantil (se suponía).
Mi padre se enfadó mucho con aquella compra. No sé si llegó a apreciar que aquellas lecturas, además de provocar diversión, fue la causa de que más tarde me aficionase más a la lectura que a otros menesteres, como el fútbol y otros deportes, o los juegos de azar, por ejemplo. Siempre le estaré agradecido a Francisco Ibáñez su enorme labor, su ingente trabajo, su ingenio y su humor. Aquel niño aficionado a los tebeos, gracias a él, se enamoró del arte gráfico y la lectura. Hoy cumple 80 años de edad, y más de 60 de trabajo, pues sigue en la brecha, dibujando todos los días, toda una proeza ¡Feliz cumpleaños, genio!
1 comentario:
Maravillosos recuerdos me trae tu entrada. Yo también llegué a los libros a través de los TBOs, sobre todo las historietas de Ibáñez.
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