Algunos son supersticiosos y temen el año que empezamos dentro de unas horas: el 2013. Porque tiene el 13 en su interior. No hay nada que temer por ello. Piensen que este nuevo año es el 2766 ab urbe condita, es decir, "desde la fundación de la ciudad", desde la fundación de Roma. Un número sin problemas aparentes. O el 4505 del calendario armenio. Que pasaremos del 5773 al 5774 en el calendario hebreo. O del 5114 al 5115 en el calendario Kali Yuga. El nefasto 13 no aparece por ningún lado. Seguro que lo bueno o lo malo que nos pase será por otros motivos más sólidos. Si os da miedo el 13, pensad que no nos valemos del calendario gregoriano, sino del juliano, y que, por tanto, el año nuevo no vendrá esta madrugada, sino a fines de marzo. Así tendréis margen para prepararos. A mí, como veis, me da igual.
Este blog terminó el año 2011 con 184.217 visitas. A punto de acabar el 2012 el contador marca más de 293.000 visitas. Más de 108.700 en un año. Como he visto hoy en El Mundano, el blog del amigo Adrian Vogel, Liechtenstein, ese país europeo conocido por su "fortaleza económica", tiene unas 55.000 visitas al año. Es decir, que Celtibético ha tenido casi el doble de visitas que Liechtenstein. Y eso que no tenemos bancos, ni impuestos bajos que atraigan visitantes. No está mal. Y teniendo en cuenta que 2012 no se presentaba con buenos augurios (era año bisiesto), como hemos podido comprobar en otros aspectos de la vida diaria. Para el blog la crisis no ha sido, sin embargo, un inconveniente.
Como los pelmazos que nos asustaron con las supuestas profecías mayas no acertaron, el año próximo se nos presenta con todas sus posibilidades. No llegó el anunciado fin del mundo. Un final que algunos llevan esperando desde hace 2000 años, y que les ha servido para ganarse la vida, sometiendo a los demás, convirtiéndose en los administradores de un apocalipsis que no termina por llegar. Seguro que habrá quien nos intente amargar la vida. Poder tienen para ello. Pero otros nos resistiremos como podamos, e intentaremos que no consigan sus propósitos.
Espero que sigamos viéndonos mañana, el primer día del próximo año. Y pasado mañana, y los días que vendrán después. Ya solo os deseo que entréis con buen pie, y que los próximos 365 días os sean propicios. ¡Feliz año!
2 comentarios:
¡¡Ojalá sea feliz!! Haremos lo que se pueda!
Ojalá, Alfonso. Que tengas un buen año.
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