Ayer Rajoy, en su comparecencia parlamentaria, anunció que el paro había bajado. No tenía más remedio que decir algo positivo, pues su visita a la sede del Senado estaba obligada por el escándalo Bárcenas. De esta manera afirmó varias veces que "España va mejor" (Fin de la cita, claro). Dejando a Aznar como un personaje "humilde" con su "España va bien". Y hoy se han publicado las cifras, dando como resultado una bajada del paro registrado... como en todos los meses de julio. ¡Vaya notición! La gente se ha dado de baja en las oficinas de empleo, también se han producido las lógicas contrataciones de la temporada turística estival (siendo el 93% temporales), pero las afiliaciones a la Seguridad Social han sido la mitad de las bajas en las oficinas de empleo. O sea, lo normal en estas fechas, pero con mucho barniz para ocultar que, sin el efecto estacional, realmente ha subido el paro en más de 7.500 personas. No puede sacar pecho la ministra Báñez, no.
Esto de abandonar las listas del paro no es nada nuevo, viene produciéndose desde hace meses. La razón es simple: cuando no hay subsidio, seguro de desempleo u otra prestación que cobrar, no tiene sentido estar apuntado en la oficina de empleo, pues no es precisamente empleo lo que gestionan. No hay. Los extranjeros que vinieron a trabajar, en los empleos que no queríamos, se va. Y la gente de aquí se desanima, pues la única respuesta es la emigración. Como en la España de los sesenta y setenta, gobernada por los tecnócratas, con las colas de embarque que vemos en la foto. Como le ha pasado ya a más de 200.000 jóvenes que han emigrado, como sus abuelos o padres, para poder encontrar empleo en Europa, o en otros países, aunque sea trabajando de camarero con título universitario. Estos salen también de las listas de paro registrado, y no es, obviamente, por haber encontrado trabajo en España, gracias a la reforma laboral del PP. Por mucho que la alabe el FMI, a quienes les parece estupenda, aunque insuficiente, y por eso ya nos piden más recortes salariales, a cambio de más contratos, con un cinismo que deja estupefacto a cualquiera. Después de fracasar con sus recetas, no solo no rectifican sino que insisten en machacar a la gente con más dogmatismo neo-liberal. No nos dejan respirar. Seguro que pronto pedirán más salidas de España, más emigración, como la de la etapa de la postguerra y la del Desarrollismo franquista, que se aprovechó del dinero ganado por los emigrantes en el extranjero. Esa época donde gobernaba una minoría de la que el PP es heredero y donde la economía era controlada por una oligarquía cuyos miembros siguen haciéndolo. Esa España "iba bien", con los mismos derechos que ahora y con los que sobraban en el mercado de trabajo fuera de las listas del paro. Por eso Rajoy piensa que "España va mejor". Seguro. Fin de la cita.
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