Ya sabíamos del gusto que le había tomado la derecha a eso de manifestarse contra el gobierno socialista la pasada legislatura. Y también eso de "siembra vientos y recoge tempestades" que está sufriendo en carne viva el PP en esa cruzada a la que han llamado algunos para imponer su sacrosanta (nunca mejor dicho) voluntad dentro de ese partido. Pero es que lo que antaño era síntoma de descomposición social y degeneración de las costumbres y del orden moral histórico está convirtiéndose en recurso hasta ahora inaudito en determinados ámbitos. Cuentan los medios que dos monjas se han encadenado hoy en una farola frente al Vaticano, para hacer llegar a Benedicto XVI su protesta por haber sido expulsadas de su convento. Una protesta con pancartas ante la Santa Sede protagonizada por la "tropa interna", como hace unos días en la sede de la calle Génova. ¿Por fin alguien va a plantar cara a los problemas internos de la Iglesia, de forma pública, al estilo liberal/democrático?. ¿Se estará produciendo una división por asutos de poder en áreas antes vedadas a la libre opinión?. ¿Se estará fraguando una conspiración al estilo Pedro J./Losantos dentro de la Iglesia?. ¿Qué opina de esto Rouco Varela?. ¿Se estará contaminando la Iglesia de comportamientos y pecados mundanos?. ¿Habrá una Esperanza Aguirre, dentro de la jerarquía eclesiástica, que esté pensando en futuros liderazgos?. ¿Se estará acercando el juicio final?.
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