Mucho se está hablando, porque mucho se esperaba, de los nombramientos que realizará este fin de semana Rajoy, cuando sea elegido (¿por aclamación?) presidente del PP en el congreso de Valencia. La batalla interna que estábamos presenciando desde hace semanas, parece que quedó “suspendida” hace días cuando el último candidato, que no fue, Juan Costa, anunció su no-presentación. Y era fundamental aclarar quién le acompañaría como secretario general, ya que se rumoreaba que el puesto iba a ser para Gallardón (el anticristo, para los “libegales”). Rajoy no ha dado semejante disgusto y ha optado por integrar a sus apoyos, Javier Arenas, Esteban González Pons, Ana Mato, en las vicesecretarías y ¡tachaán! Maria Dolores de Cospedal a la cabeza de la secretaría general. Andalucía, Valencia, una declarada aznarista (sonaba como alternativa a la presidencia, del sector “duro”) y una ex de Esperanza Aguirre, relegada a perdedora en Castilla La Mancha.
Me he acordado del artículo de Antonio Burgos, por el que recibió el premio al imbécil con columna convocado por NetoRatón y JR Mora. Esta apuesta por mujeres es como una declaración de guerra. La extrema derecha interna (y sus apoyos mediáticos) bramaron contra el nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz en el Congreso (el puesto de Zaplana). Ahora coloca a otra mujer joven, de segunda fila, en el puesto de Acebes. Para colmo el que esta mujer esté divorciada y tenga un hijo posteriormente, por medio de la fecundación in vitro, (lo que la acerca a una especie de modelo de mujer progreguay, paradigma del Ministerio de Igualdad, y ejemplo de pecadora para la santa madre iglesia), debe estar haciendo mucha pupa en el fuero interno de los guardianes de las esencias populares. Y digo fuero interno porque ayer todos se regocijaban con la propuesta en público, hasta Libertad Digital .
Me he acordado del artículo de Antonio Burgos, por el que recibió el premio al imbécil con columna convocado por NetoRatón y JR Mora. Esta apuesta por mujeres es como una declaración de guerra. La extrema derecha interna (y sus apoyos mediáticos) bramaron contra el nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz en el Congreso (el puesto de Zaplana). Ahora coloca a otra mujer joven, de segunda fila, en el puesto de Acebes. Para colmo el que esta mujer esté divorciada y tenga un hijo posteriormente, por medio de la fecundación in vitro, (lo que la acerca a una especie de modelo de mujer progreguay, paradigma del Ministerio de Igualdad, y ejemplo de pecadora para la santa madre iglesia), debe estar haciendo mucha pupa en el fuero interno de los guardianes de las esencias populares. Y digo fuero interno porque ayer todos se regocijaban con la propuesta en público, hasta Libertad Digital .
Supongo que la condena penal al “radiopredicador libegal” le habrá amilanado algo y no habrá tenido muchas ganas de hacer sangre con semejante ejemplo de mujer (muy diferente, parece, al de “mujer- mujer” que le gustaba a Aznar). Es a Rajoy a quien le ha venido bien esa condena (debe ser la persona más contenta con el resultado de la querella de Gallardón), parece que los furiosos ataques de la COPE y El Mundo se verán aparcados hasta después del “paseo triunfal” que augura el congreso (sin oposición ni interna ni externa). Espera, con su habitual calma, que la guerra abierta acabe con su triunfo. Y puede que sea así, la provocación de estos nombramientos femeninos no ha terminado con una reacción similar a la que recogió Antonio Burgos en aquella columna ordinaria, de mala uva, con que nos obsequió. Parece, que ante las perspectivas del cónclave valenciano del fin de semana, no habrá (como podía ser previsible) una homilía burlesca contra el Batallón de modistillas de Rajoy.
2 comentarios:
Valencia es una ciudad extremadamente maravillosa -lo digo para que nadie se ofenda, y porque verdaderamente así lo pienso-, pero también es la derecha tradicionalista de esta piel de toro, recostruida a base de piedras franquistas tras la guerra civil. Curioso congreso del centro democristiano en España, verdad?
¿Centro democristiano?. Algunos democristianos, algunos, de centro algunos, algunos, los más de derecha neofalangista, nacional-católica y neoliberal. Menudo cacao.
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