jueves, 10 de noviembre de 2011

Luna llena


A pesar de las nubes, la luna luce espledorosa, enorme. Surgiendo desde la tarde a la noche, como el objeto de nuestro afecto más silencioso. 


Ajena a todo asteroide hostil que surque los cielos, entre la distancia que nos une o separa de ella.


Segura de que durante millones de años nos acompañará en el vuelo por la galaxia.


Siempre fiel a nuestros sueños. Y siempre libre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESta tarde la he visto inmensa, mientras iba de Jerez a Arcos, saliendo por encima de la Sierra de Grazalema.
Lo que no estoy de acuerdo es con eso de que es ajena a los asteroides. Al revés, ella es nuestro gran escudo protector, por eso su cara oculta está tan llena de cráteres en comparación con la que nos mira, de recibir los impactos que ella nos evita a los terrícolas :)

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Alfonso, cuando hablo de asteroides me refiero en concreto a ese que pasaba, según nos han dicho, entre la Tierra y la Luna en estos días, no a los que durante millones de años han impactado en ella, comno prueban los cráteres que presenta. Es más, según parece, el mismo satélite es fruto del impacto de uno de ellos en la Tierra, cuando estaba en formación. Así que no quería dar a entender lo contrario de lo que dices. Se han dicho tantas tonterías sobre el peligro de colisión y sus posibles consecuencias (extinción de especies, etc.) que me pareció una hermosa "muestra de soberbia galáctica" esa exhibición de grandeza en los cielos :-)