En estos días donde Luis Bárcenas está "tirando de la manta", en la prensa y en el juzgado, nos estamos enterando de muchas cosas. Unas serán verdad y otras no, pero como se ha puesto de moda empapelar a alguien, por ejemplo, con una simple servilleta, ahora cualquier "anotación", sea donde sea, puede ser un indicio de veracidad y lo anotado sospechoso de algo reprobable. Tanto como para pedir la cabeza de todos quienes aparecen en esas anotaciones, por ejemplo, en los famosos "papeles de Bárcenas". Una de las noticias "bomba" conocidas han sido las donaciones al PP. Alguna tan sonrojante como la que se atribuye a un presidente del Tribunal de Cuentas, cuya misión sería precisamente comprobar la veracidad y legalidad de la contabilidad de los partidos políticos. Otras, de empresarios famosos como algunos los que expresan su apoyo al presidente Rajoy.
Pero una de las aseveraciones de Bárcenas que más cotilleos está provocando es la de que el empresario del espectáculo José Luis Moreno también donó unos 60.000 euros al PP, según la famosa contabilidad del ex-tesorero. Parece que al ventrílocuo le gustaba manejar más de un muñeco, y no se conformaba con sus espectáculos, moviendo los hilos del principal partido de España. Toda una metáfora de la realidad, donde los empresarios mandan en el gobierno, hasta el punto de haber desmantelado éste el sistema de relaciones laborales, dejando en manos del patrón todo el poder. ¡Qué irónica es la vida! La derechona mediática llamaba "titiriteros" a los artistas e intelectuales que apoyaban a la izquierda. Titiriteros de la ceja o "Titiriteros de la Zeja" decían de los que manifestaron su apoyo a Zapatero en elecciones pasadas. Y resulta que un titiritero de verdad, profesional, es uno de los principales apoyos de Rajoy. Ahora los dirigentes del PP son los títeres, las marionetas: Cospedal es Monchito, Rockefeller es Luis Bárcenas y Rajoy es Macario ("¡que contento estoy, aaaahhhhh!) ¡Tooooma Morenoooo!
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