Pues sí, ha llegado el otoño esta semana. Después de un intenso calor hemos cambiado de estación. Trajo algunas lluvias, mínimas, cuatro gotas de esas que parece que solo sirven para molestar un poco, porque tienes que coger durante unos minutos el paraguas. Y de las temperaturas, algo de bajada, pero dentro del margen de las calurosas. Hoy he oficiado una boda civil y he pasado calor con el traje. Hemos tenido el aire acondicionado encendido durante la ceremonia en el antiguo convento de Santa Clara. Y lo que se espera va en la misma línea, con máximas cercanas a los treinta grados.
El otoño es la época del recogimiento, de la melancolía, es el tiempo en que se apagan lentamente las pasiones del verano. Algunos se entristecen, otros nos conmovemos. Será porque nací en esta estación. La luz cambia y notamos que se acortan las horas de luz. Por eso también, antes de que lleguen los fríos del invierno, tenemos ganas de celebrar la "penúltima fiesta". En estos días se celebra el Oktoberfest, en Alemania, fiesta que nació en Munich, en 1810, con motivo del matrimonio de Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia (por eso se conoce al lugar donde se celebra como el Prado de Teresa: el Theresienwiese ). Es la famosa Fiesta de la cerveza, que se adelantó a septiembre, para aprovechar mejor tiempo, y que termina a principios de octubre. Bien, pues demos al bienvenida al otoño, con una buena cerveza.
2 comentarios:
Con otoño riman
Logroño ♥ madroño ♥ gazmoño ♥ ñoño ♥ bisoño ♥ moño ♥ ...
y no sigo porque me conozco...
¡¡Bienvenido otoño, mmmh, jolines!!
Jesús, cuantas cosas sabes, coño...¡uf! ya lo dije yo.jajajaja
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