Primero sus palabras: "esos niños y niñas sacrificados bajo la durísima hacha de la inmersión
en catalán sacan las mismas notas en castellano que los niños de
Salamanca, Valladolid, Burgos o Soria, por no hablar de Sevilla,
Málaga o La Coruña, porque allí hablan el castellano, efectivamente,
pero a veces a algunos no se les entiende"
Pobre Arturito, con los conflictos que está teniendo y que nos salga ahora haciendo chistes de andaluces y gallegos. Mejor que se dedique a solucionar sus problemas internos y los conflictos que está provocando, sin castigar a los más débiles o a los funcionarios, y no desvíe más la atención. Porque alguno ya le ha recordado su propio acento, con mala uva, y a pesar de su cara de niño empollón. Además de que todos los partidos andaluces y gallegos le han censurado su torpeza. Dice ahora que es una "afirmación desenfadada". Mejor podías haberte mordido la lengua, esa tan "desenfadada" que tienes. Que los agravios territoriales no son buenos consejeros, Arturito.
6 comentarios:
A mí me parece muy bien que cada uno defienda lo suyo como mejor le convenga pero... no a costa de los demás. Si el "Honorable" quiere suprimir el idioma español de Cataluña, pues que lo haga, pero que nos deje a los andaluces en paz; nosotros nos entendemos y nos hacemos entender y defendemos lo nuestro sin meternos con nadie. Ya estoy harto de que quieran dar a enterder que la cultura catalana es susperior a la andaluza. Gades no tiene nada que enviadiar a Barcino.
Hay frases poco afortunadas y otras que se escapan del subconsciente.
Estoy de acuerdo contigo, Aulio. Que cada cual defienda lo que quiera sin agredir a los demás. No existen pueblos o etnias superiores a otras.
Nicolás, puede que haya algo de lo que apuntas: cierto complejo de superioridad, que emerge de lo más profundo de la mente de los nacionalistas. El nacionalismo es perverso, hasta psicológicamente.
Para empezar te diré que Artur Mas no es santo de mi devoción y no le he votado ni le votaré, pero estoy más que harta de según qué comentarios que me parecen muy insultantes. No sé de dónde sale la idea de que el castellano se quiera suprimir de Catalunya, mi hijo con cuatro años ya lo habla, tengo 2 familiares profesores de lengua y literatura castellana y no sufren en absoluto por su empleo, al menos no por ese motivo, los niños acaban el bachillerato con un buen nivel de castellano y de eso también tengo pruebas.
Y hablando de acentos, a un andaluz se le acepta su acento, hace incluso gracia, un andaluz con acento puede acabar siendo presidente del gobierno. ¿Podría serlo un catalán con acento? ¿Se le votaría? Yo creo que no, porque moleta que nosotros, teniendo que bregar con dos lenguas tengamos acento hablando en castellano y tenemos que demostrar que hablamos con acento de Toledo cuando menos, no se nos vaya a acusar de que damos más importancia al catalán que, aunque sea nuestra lengua materna, la tenemos que tener en segundo plano para no molestar a algunos.
Me da pena ver como gente que tendría que ser más abierta y se les supone de izquierdas acaban soltando discursos propios de la COPE o de Libertad Digital.
Y si defendernos contra los ataques a nuestra propia lengua es ser nefastos nacionalistas, pues encantada estoy de ello, al fin y al cabo a mi me gustan los compañeros de piso respetuosos y los que no lo son mejor dejarlos en meros vecinos. Esta clase de comentarios y las políticas que se están siguiendo con ayuda de algunos jueces poco “juiciosos” es lo que nos va separando cada vez más.
Bueno, Euphorbia, no sé si te has sentido insultada por mi post, pero no había ni intención ni texto que sea insultante con los catalanes ni con su lengua. Y como le contestaba a uno de los comentaristas, te digo que cada cual defienda lo que quiera sin agredir a los demás. Eso es lo que no ha hecho Mas. Se ha metido con otros que nada tenemos que ver con sus guerras internas, ni con la actitud de algunos políticos herederos del franquismo o jueces. Para lo último ya están los tribunales y los recursos y acciones correspondientes. No el agravio territorial, metiendo a otros pueblos en la cuestión. Si hace eso (mezclar la churras con las merinas, como dice un refrán) se arriesga a meter la pata, con lo que tendremos derecho a criticarle. Y además se arriesga a que algunos desaprensivos aprovechen también esa confusión para sacar tajada, con acentos, políticas, ideas y otros asuntos.
Y he dicho que el nacionalismo es perverso. Entre otras cosas porque se arroga el monopolio de la defensa de "lo nuestro". Una prueba de eso son las palabras de Artur Mas, que supuestamente defiende "lo suyo", atacando a "los otros". No creo que el castellano corra peligro en Cataluña, pero me parecen malas actitudes las de considerar el catalán superior al castellano, como este señor ha insinuado. O que unos hablan mejor o peor según su zona de nacimiento. Ahí ha metido la pata.
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