lunes, 2 de julio de 2012

La final de la Eurocopa, multimedia y entre amigos


Como los 17.889.000 de espectadores que ayer ocuparon el minuto de oro frente a la pantalla ayer nosotros asistimos a la final de la Eurocopa que jugaron Italia y España, y cuyo final victorioso celebramos. Como también muchos de esos espectadores, el grupo de amigos se dio cita en la casa de unos de ellos para echarse un baño por la terde y ver luego el partido. 

Como muchos de los españolitos azotados por la crisis económica, cambiamos el bar por el hogar. Las comilonas preparadas por los cocineros de moda, por la viandas sencillas, pero muy gustosas, preparadas por nosotros mismos. Sustituimos la pantalla de grandes dimensiones de plasma o con tecnología led del establecimiento hostelero, por la tele, tadavía analógica y adapatada con los ya antiguos decodificadores. Así vimos la primera parte del encuentro, degustando patatas fritas y encurtidos, con cervezas enlatadas, previamente enfriadas en los barriles de plástico forrados con poliuretano para conservar el frío de las barras de hielo. Todo muy rústico.


Llegaron los dos primeros goles y un chispazo de esperanza empezó a animarnos y a hacernos pensar en el milagro. Mientras la otra Esperanza, la dueña de la casa, conversaba en el exterior con la mayor parte de las mujeres, ajenas al minutaje preciso del encuentro. Como los niños, que se dedicaron pronto a jugar en el exterior, incapaces de quedar sujetos al sofá. Cuando acabó la primera parte, salimos al asalto de la mesa del porche de la casa, para cubrirla con los preparativos culinarios de la mañana y la tarde: ensaladilla, patatas fritas, empanada ecológica, bocaditos salados, tortilla de patatas, morcilla, tortilla con verduras, ensaladas, pollo...Todo un arsenal de "armas de destrucción masiva de la gazuza" y un extenso repertorio para reponer fuerzas en espera del prometedor segundo asalto a la copa. 


Entonces empezó el segundo y último tiempo, y prepararon una pantalla colgada en la ventana del salón, para seguir los acontecimientos deportivos sin dejar abandonada tan suculenta mesa. Mas...¡ay de la técnica! Se sintonizaban muchos canales de televisión...salvo el que retransmitía el encuentro. Rápidamente encendimos la radio. Y cotinuaron los intentos, fallidos. Hasta que alguien recordó que tenía un ipad, la "tableta" fantástica que curaría nuestro mal. Con un pequeño atril para libros para sostenerla en pie, improvisaron la "gran pantalla" con la que en muchos lugares (incluido nuestro Paseo palmeño) se estaba contemplando el hito histórico. Y con ella terminamos de ver el encuentro. 


Pronto nos dimos cuenta del desfase que se produce cuando se ve television por internet. Mientras la radio relataba el juego en tiempo real, la imagen de la tableta mostraba otras jugadas previas. Casi un minuto de diferencia. Así, el tercer gol fue anunciado por los bocinazos y celebraciones del vecindario, mientras nosotros seguíamos sin verlo en pantalla hasta segundos depués. El cuarto gol no nos cogió de sorpresa, por tanto. Cuando sonó una bocina estridente, supimos del que fuera el último tanto, y prestamos mayor atención a la pantallita, para no perdernos el gol. Al llegar lo celebramos, seguramente dejando desconcertados a los vecinos con nuestros aplausos y gritos a destiempo. Terminado el encuentro la conexión empeoró, debido al aumento del tráfico de datos en la red. Así que nos dedicamos a otros menesteres, mientras un feliz Iker Casillas levantaba la copa, en una imagen más psicodélica, por los raros colores, que fiel a la realidad. 

La noche terminó con buena compañía y conversaciones, recogiendo velas no muy tarde, al ser hoy día laborable. Nos fuimos a casa contentos. Al menos había algo que celebrar, aunque esto no arregle los muchos males económicos y la crisis política que estamos viviendo. Eso sí, las nuevas tecnologías nos fueron de gran utilidad. No nos perdimos, combinando televisión, radio e internet la hazaña de la selección ganando por 4 a cero a la potente selección italiana. Para que luego haya quien critique los nuevos cacharros.

3 comentarios:

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Pues si no pillabais tele 5 podéis dejarla sin sintonizar hasta que compren los derechos del próximo mundial. Por lo menos nos ha subido la moral aunque no pague el IBI, un saludo.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Quinto Forajido, no sé qué harán mis amigos con telecinco. Si fuese mi televisión no volvía a sintonizarla. Hay muchas cadenas.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Todavía nos queda mucho que hablar de fútbol unos días. No hay tantas buenas noticias, María. Lo que sí es seguro es que los recortes y demás ataques del gobierno vendrán en verano con la olimpiada ocupando los medios, para que nos tragemos mejor el purgante.