domingo, 4 de marzo de 2012

El PP y las manifestaciones


Durante más de ocho años el PP tomó la calle, tanto para autoafirmarse, en verdaderas operaciones de propaganda, como para atacar al PSOE, cuando éste consiguió el gobierno tras las elecciones del 15 de marzo de 2004. Ya fuera por el terrorismo, por el aborto, por la educación, solos, con obispos, con falangistas, comunistas (sí hasta con comunistas, como los de la UCE), saharauis, guineanos, cubanos, con cualquiera que protestara contra el gobierno de Zapatero, con el apoyo de los medios de comunicación amigos, siempre había un motivo para manifestarse. Y, ahora, cuando el gobierno es de ellos, manifestarse es una muestra de antipatriotismo. Ahora hay que ir todos a una (y detrás del PP, claro), ahora protestar no beneficia a España. El mismo partido que se presentó en todas partes, dentro y fuera de España, hablando de que nuestra situación económica era catastrófica y que no tenía remedio sin un cambio de gobierno, que estábamos peor que en Grecia, ahora pide que la "marca España" no se vea oscurecida por las protestas. La delegada del gobierno en Madrid pide a los sindicatos que no se manifiesten el 11M. Incluso el ministro del interior critica, con una mezquindad y falta de autoridad moral clamorosa, que haya manifestaciones. ¡Menudo cinismo! Pues para que no olvidemos su trayectoria, Juventudes Socialistas ha hecho un vídeo que deja prueba sonora y con imágenes de lo que ellos sí hicieron y nos niegan a los demás. No tienen vergüenza. 


2 comentarios:

Adan Esmit dijo...

Y este otro video da qué pensar ¿o no?
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=6EwhZ3FKo9o

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Cuando los violentos aparecen en las manifestaciones siempre logran deslegitimarlas ante la opinión pública. No es raro que aparezcan "profesionales" de la agitación, como ha pasado en Barcelona, que incluso son conocidos. El que haya policías que se aprovechen de esto para disolver manifestaciones pacíficas no es nuevo. El mismo jefe de policía de Valencia, cuando calificó de "enemigos" a los manifestantes estudiantiles, prueba que en la policía hay gente con una mentalidad que ya creíamos pasada.