Ayer estuvimos en la obra de la 1 de la madrugada, en la Casa de la Cultura, Arizona, de Mutis producciones, compañía sevillana, pero que se presentó como la segunda obra cordobesa, al ser el autor de Montilla. El argumento tiene como origen una noticia real: “Civiles norteamericanos se habían organizado para patrullar juntos la frontera entre México y Estados Unidos y contener así el constante flujo de inmigrantes ilegales.” Dos personajes, marido y mujer, se trasladan a la frontera de Arizona, para participar en esta acción. Pretende retratar a los americanos medios, asustados por la inmigración, y dispuestos a colaborar, como sea, en defender su modo de vida. Ella, con su aparente simplicidad mental, pone continuamente en evidencia las contradicciones del discurso de ese tipo de habitante (su marido) que ve amenazada su civilización, por unos enemigos que nunca aparecen en escena.
MARGARET: ¿No son ellos también hijos de Dios?
GEORGE: ¿Qué?
MARGARET: Hijos de Dios...
GEORGE: No estoy seguro de eso... ¿Lo estás tú?
MARGARET: Tengo dudas.
GEORGE: El sagrado libro no dice nada al respecto.
MARGARET: El sagrado libro dice que todos somos hijos de Dios.
GEORGE: Ellos no. Definitivamente...
MARGARET: Incluso en ese caso él habla de misericordia...
¿no es hermosa esa palabra?
GEORGE: ¡Conozco el sagrado libro como la palma de mi
mano! Lo conozco. Y aquí no hay ni una línea
dedicada a ellos. Y eso quiere decir que Dios no
los considera hijos suyos.
La escena es simple, como se ve en el cartel, muy al estilo años 50 o 60, un pic-nic. La actriz es magnífica. Él me pareció más blandito. Los dos son experimentados y han participado en cine, teatro y televisión. El desenlace, que no voy a desvelar, tiene mucho de americano. No estuvo mal, aunque por la hora (empezó con retraso) se me hizo difícil seguirla con atención. Para pensar.
MARGARET: ¿No son ellos también hijos de Dios?
GEORGE: ¿Qué?
MARGARET: Hijos de Dios...
GEORGE: No estoy seguro de eso... ¿Lo estás tú?
MARGARET: Tengo dudas.
GEORGE: El sagrado libro no dice nada al respecto.
MARGARET: El sagrado libro dice que todos somos hijos de Dios.
GEORGE: Ellos no. Definitivamente...
MARGARET: Incluso en ese caso él habla de misericordia...
¿no es hermosa esa palabra?
GEORGE: ¡Conozco el sagrado libro como la palma de mi
mano! Lo conozco. Y aquí no hay ni una línea
dedicada a ellos. Y eso quiere decir que Dios no
los considera hijos suyos.
La escena es simple, como se ve en el cartel, muy al estilo años 50 o 60, un pic-nic. La actriz es magnífica. Él me pareció más blandito. Los dos son experimentados y han participado en cine, teatro y televisión. El desenlace, que no voy a desvelar, tiene mucho de americano. No estuvo mal, aunque por la hora (empezó con retraso) se me hizo difícil seguirla con atención. Para pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario