lunes, 6 de septiembre de 2010

Guahnío

Ayer por la tarde estaba Anamari dormilona, echó una siesta de campeonato. Nos habíamos acostado tarde la noche anterior, tras una opípara cena, y también nos levantamos tarde en la mañana, haciendo las faenas de limpieza, propias del fin de semana. Me dijo al despertarse del sueño vespertino: "Me he quedado "guahnía". Recordé esa palabra de otros tiempos, ya en desuso en mi vocabulario, pero dotada con la hermosura del lenguaje popular. Así que me puse a indagar.

¿Cual era la palabra exacta?. Busqué guarnido, guasnido, juarnido, juasnido, guarnío., guasnío...De diversas maneras lo escribí y no encontraba el significado que conocíamos desde la niñez. Porque esta condición, la niñez, y el palabro, está como relacionada. "Se ha quedao guahnío, como un niño chico durmiendo". La primera palabra hacía referencia a guarnecido, de guarnecer, poner adornos o colgaduras, o era también un apellido. Nada que ver con lo que entendemos por aquí en Palma del Río. De otras ni aparecían referencias,  tampoco en el diccionario de la Academia. Hasta que algo apareció como "guarnío". Tanto en Málaga, como en Huelva, como en Córdoba encontramos el término, significando: reventado, agotado, muy cansado y también estropeado, desmontado, descompuesto. También como dolorido, hecho polvo. Incluso en otros territorios como Murcia o Baleares aparece con un significado similar.

Y es el significado onubense (güerbano, según ellos) el que me ha sonado más familiar: "Dícese del que está joío sin joer, y además se ríe". Porque yo siempre he escuchado a alguien decir que está guarnío (guahnío, cambiando la /r/ por una /h/ aspirada, y eliminando la /d/ intervocálica) cuando está hecho polvo, pero nada dolorido, sino más bien hasta a gusto, contento, relajado por cansado. Vamos como en una especie de Nirvana, fruto del poder de Morfeo, que te deja sin fuerzas e indolente. Como se queda el bebé durmiendo, sonriente, dulcemente gordinflón, sin preocupaciones, pasando de nosotros los mayores.

Así que recogemos el vocablo en nuestro Diccionario Palmeño de la Parcelilla:

Guahnío/a: Palabra que inspira relajo y flacidez, flojedad.

1. adj. m. f. Cansado, hecho polvo, agotado, jodío.

2. adj. m. f.  Grogui, sumido en un profundo sopor, fruto del esfuerzo.

3. ajd. m. f. Enajenado, como narcotizado, relajado, víctima de la molicie y la pereza. Propio estado del amante de la vida regalada y del dolce far niente, que diríamos si no fuésemos palmeños.

4 comentarios:

Octavio Junco dijo...

En mis tiempos mozos, las parejas de novios aún pelaban la pava en el quicio de la puerta de la novia. La reja ya no se usaba, a no ser en casas de los pagos de huertas, o fuera del casco urbano de Palma.
¡Qué no se dirían aquellas parejas a lo largo de sus noviazgos, que duraban años! ¡Qué pena que aquellos diálogos no pudieran recogerse en una antología de textos amorosos!
En una ocasión, un muchachote, a poco de llagar a aquel sagrario del amor, va y le dice a su novia: "Quilla, me comío un gahpacho, me tiraun rehurto y me queao guahnío".
Saludos.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Una frase, la del muchachote, que sintetiza lo que significa por estas tierras esta palabra: esfuerzo, algo de molestia, puede, (los gases y la pesadez de engullir y digerir el gazpacho) y la liberación, la placidez que te deja a gusto cuando se eructa.

Ojalá alguien pudiera recopilar conversaciones de cuando se cortejaba así, en otros tiempos. Muchas expresiones no se perderían. Por cierto, algo no tan viejo, porque yo conozco a quienes, siendo menores que yo, se les obligaba a recoger pronto a la novia, y a seguir pelando la pava en el portal de la casa paterna, jajajaja. No es mi caso, pero sí el de personas cercanas.

Saludos, Octavio.

Octavio Junco dijo...

Por cierto, creo que un poco de etimología no viene nunca mal a la comprensión de un vocablo como éste, que, en su uso popular, ha ido adoptando diversos significados metafóricos.
"Guahnío" es derivación fonética andaluza de "guarnido", y éste, a su vez, es el participio del verbo "guarnir", en desuso desde hace no menos de un siglo. Se trata, por lo tanto, de un arcaísmo.
"Guarnir" es también "guarnecer", que tiene numerosas acepciones, y de ahí la amplitud significativa con la que "guahnío" se usa en el habla popular de nuestro pueblo.
"Guarnecer" significa "poner guarnición a un traje, a una joya, a una espada, a una caballería o a una plaza fuerte".
También significa "colgar, vestir y adornar", así como "dotar, proveer y equipar".
Tiene significados específicos cuando se usa en diferentes oficios, como la albañilería, la cetrería, el grabado, la imprenta o la milicia. Si alguien desea que los señale, estoy a ello muy gustosamente.
¡La lengua, amigo Schevi! ¿Quién sería capaz de ponerle límites a la creación más genial de la especie humana, la que nos hace propiamente humanos?
Saludos cordiales.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Pues sí, guarnido, de guarnecer, lo encontré, aunque no tenía significado relacionado con el popular que conocemos por aquí. Debe ser que adquirió un significado metafórico como tú dices. Sin duda la inventiva en el lenguaje es infinita, aunque pongamos reglas, necesarias, por otra parte, para que todos lo conozcamos y nos permita comprender y que nos comprendan.

Saludos.