Vengo sosteniendo en anteriores intervenciones en la red lo que otros ya han afirmado con claridad meridiana en muchas ocasiones: el nacionalismo, tomado como ideología, es esencialmente de derechas. Veo en los medios de comunicación hoy un ejemplo claro referido a los nacionalistas andaluces. En el municipio de Pozoblanco, donde gobierna el PSOE en minoría, el PP y el Partido Andalucista están bloqueando, con el concurso muchas veces de IU, la labor del equipo de gobierno. Y ahora están en conversaciones para la posible presentación de una moción de censura. Hasta aquí, algo normal en el juego democrático. El PA ha dado muchas muestras de no importarle la identidad ideológica de los partidos con los que se alía en diferentes ocasiones, para acceder al gobierno. Lo mismo gobierna con el PSOE (como lo hizo en Belmez, o en la misma Junta de Andalucía durante ochos años) que con IU, dentro del espectro de la izquierda, que lo hace con el PP (como dice un amigo mío de esta formación, “lo importante es tener poder”). Lo chocante es que se puedan defender planteamientos de cualquier tipo contrapuestos, por ejemplo, en lo religioso (cuya defensa en política es claramente de derechas). Ya comenté la noticia de la inclusión de los independentistas andalusíes en la coalición con la que concurrieron a las pasadas elecciones de marzo. En aquel partido, aunque se define laico, la mayoría de sus dirigentes son de religión islámica (provienen de la Yama'a Islámica de Al-Andalus). ¿Cuál es la confusión ideológica?. Pues que el motivo de presentar la moción de censura sea que, para estos nacionalistas andalusíes, la gota que ha colmado el vaso ha sido que el alcalde de Pozoblanco no haya asistido a los actos de la celebración de San Gregorio y a los de la “alcaldesa perpetua”, la Virgen de Luna. Y aseguran que "esta dejación de funciones pone de relieve el desgobierno en el que está sumido el Ayuntamiento de Pozoblanco con un equipo de gobierno a la deriva". ¡Y esta es la prueba de lo que consideran desgobierno!.
Gobierno a la deriva. Esto lo dicen quienes lo mismo defienden el árabe como lengua oficial que el que haya que ir a recibir el bastón de mando de la alcaldía de manos de una Virgen. Los que sostiene el independentismo islámico se pasan, sin reparo alguno, al nacionalcatolicismo ultramontano. Definitivamente quien está en la deriva es el nacionalismo andaluz, y prueba de ello es el rechazo ciudadano a sus planteamientos claramente demostrado en las pasadas elecciones autonómicas, quedando fuera del parlamento por primera vez desde que se constituyó la Junta de Andalucía. Así les va.
Gobierno a la deriva. Esto lo dicen quienes lo mismo defienden el árabe como lengua oficial que el que haya que ir a recibir el bastón de mando de la alcaldía de manos de una Virgen. Los que sostiene el independentismo islámico se pasan, sin reparo alguno, al nacionalcatolicismo ultramontano. Definitivamente quien está en la deriva es el nacionalismo andaluz, y prueba de ello es el rechazo ciudadano a sus planteamientos claramente demostrado en las pasadas elecciones autonómicas, quedando fuera del parlamento por primera vez desde que se constituyó la Junta de Andalucía. Así les va.
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