Parecía que todo era una balsa de aceite en el PP tras las elecciones. Rajoy estuvo desaparecido, para emerger por sorpresa anunciando su candidatura a presidir el partido en el próximo congreso y ser el candidato a presidente del gobierno, por tercera vez. Ya algunos (Pedro J., Losantos y otros..) habían pedido que se fuera, para culminar la operación "Esperanza": echaron primero a Gallardón, para dejarla colocada en la línea de salida de la sucesión, tras la previsible derrota electoral. Los ha cogido a contrapié. Se rumoreó la renuncia de Acebes. Ni éste ni Rajoy tiraron la toalla. Las espadas estaban, por tanto, en alto. Luego, en la decisiva reunión, los líderes territoriales declaran su adhesión a Mariano....Incluída, que remedio, Esperanza Aguirre (no iba a quedar sola...y sin apoyo interno). Esto certificaba la frustración de la tentativa de asalto al poder. ¿Y quines destacan?. Francisco Camps...y Gallardón. El primero enemigo de Zaplana y el segundo de Aguirre. Zaplana hoy ha comunicado que deja de ser portavoz, se queda de "diputado de a pie" (ha rechazado las diferentes ofertas de Mariano, pues suponían aceptar la derrota). Y Gallardón, al quedar descolocada Espe, se pone en primera línea y se sube al caballo ganador.
La primera batalla la ha ganado Rajoy. Veremos las sucesivas escaramuzas que nos deparan. Hay algunos muy cabreados. Y si se impone Rajoy, le puede pasar como a Javier Arenas, en Andalucía: que se presente tres veces y que las tres pierda (con lo duro que es estar en la oposición, después de haber gobernado). Puede que nos divirtamos mucho.
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