-¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?
“¡Qué razón tienes, jodío!”, es lo que pienso al tomarme el sobre de ibuprofeno y la cápsula para el dolor del talón izquierdo, cuando tengo que abrir a toda prisa los envoltorios, porque ya es tarde y tengo que salir corriendo a la reunión. Y derramo el granulado fuera del vaso o se me cae la cápsula, cuando por fin he conseguido sacarla del plástico que siempre se queda atascado entre la solapilla de cartón y el dichoso papelito de las instrucciones, recomendaciones y contraindicaciones. Este Pablo Motos es un genio.
“¡Qué razón tienes, jodío!”, es lo que pienso al tomarme el sobre de ibuprofeno y la cápsula para el dolor del talón izquierdo, cuando tengo que abrir a toda prisa los envoltorios, porque ya es tarde y tengo que salir corriendo a la reunión. Y derramo el granulado fuera del vaso o se me cae la cápsula, cuando por fin he conseguido sacarla del plástico que siempre se queda atascado entre la solapilla de cartón y el dichoso papelito de las instrucciones, recomendaciones y contraindicaciones. Este Pablo Motos es un genio.
4 comentarios:
Bueno, y si lo abres por el lado correcto luego no hay manera de volver a meter el blister con las pastillas porque choca con los bordes del prospecto que está dentro.
Y si tiras el papelito, porque te crees que no hace falta, seguro que te recetan otra cosa luego y no sabes si puedes seguir tomándolo. Vamos, mira que hay inconvenientes...
... y mas te vale no leer las contarindicaciones y los efectos secundarios. jeje
Aprendiz, a veces da miedo, jejeje!
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