El desfile de carnaval de Javier Arenas

Javier Arenas tiene ansias desesperadas de poder. Así que, cansado de presentarse elección tras elección, y perderlas todas, ha decidido tomar la calle. Sonaron trompetas en los cuarteles populares y el domingo pasado la gomina inundó las calles del centro de Málaga. Miles de pijos (las cifras varían como siempre, según quien las dé) fueron llevados en autobús o dejaron sus chalets de la costa del sol u otras urbanizaciones de lujo, para ir a un mitin, que disfrazaron de manifestación (solo recorrieron 10 metros, para la prensa) y protestar contra Manuel Chaves y Zapatero, pidiéndoles la dimisión.

Realmente aquello parecía un pregón “concelebrado” de Carnaval, incluso usaron el escenario instalado para tal fiesta por el ayuntamiento malacitano: Los cargos públicos, los cargos orgánicos, sus cónyuges y sus cachorros de nuevas generaciones, procedentes de todas las provincias, disfrazándose de parados (estaba previsto la intervención de alguno de verdad, pero no lo escenificaron, para no caer más en el ridículo, seguramente) y arrogándose para sí la esencia del ser andaluz, tras una pancarta con el lema "Andalucía por el empleo".

La excusa era pedir un pacto por el empleo, cuando llevan ya varias reuniones para tal fin, convocadas por el presidente de la Junta, y en Madrid, Rajoy lo rechaza cuando se lo ofrece Zapatero.

Las propuestas del PP se resumían en esta frase: "De la crisis se sale con austeridad, con reformas y bajando los impuestos", dijo el líder de los populares andaluces, Javier Arenas, que reclamó al presidente de la Junta "un cambio de rumbo" y un Pacto Andaluz por el Empleo. Y vuelven al estribillo del “cuplé carnavalero” popular contra los socialistas, que les llevó a la Moncloa en 1996: "solo han traído despilfarro, paro y corrupción".

"De la crisis se sale con reformas, con austeridad, porque es lo que nosotros hicimos durante el gobierno de Aznar. Los mejores años de nuestra democracia", aseguró Arenas. ¿Austeridad?, ¿reformas?, ¿los mejores años?. ¿Se refería a éstos casos de espionaje, cobro de comisiones, empresas interpuestas, etc. que estamos conociendo del PP en los últimos días, o la invasión de Iraq, o el decretazo para recortar derechos sociales (que provocó una huelga general), como exponentes de los mejores años de nuestra democracia?. Tenerlos, los escándalos, los tuvieron presentes, ya que aprovecharon para “sacarse la espinita” de las semanas negras que están viviendo, reuniéndose en amor y compaña, toda la “familia popular”, eso sí, sin la presencia de otros partidos ni de los sindicatos. Posiblemente porque entre esas reformas que piden se encuentren medidas similares a las demandadas por Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, que tantas protestas han levantado. Y es que cada vez que se quieren quitar de encima un escándalo, les sale otro, y ni el invento de la cacería de Garzón (organizada, por cierto por uno de los dirigentes andaluces del PP, que seguro estuvo en Málaga, muy cerquita de Martín Serón, el alcalde de Alhaurín el Grande, imputado por prevaricación, cohecho y blanqueo de capitales), les exculpa de sus desmanes. Ni tampoco les exculpan espectáculos de disfraces como el representado ayer en la Plaza de la Constitución de la capital de la Costa del Sol. Señor Arenas, ¡quítese la careta!