Paseando por el norte (Iparralde) encontramos en las proximidades del paseo marítimo de San Juan de Luz este aparcamiento de vehículos de dos ruedas. Lo llamativo fue éste que aparece en primer plano. Junto a ciclomotores scooter de alta gama y motocicletas, había aparcada esta bicicleta. Dotada de un motor que mueve la rueda delantera, es un paso más que una bicicleta normal.
En otros tiempos hemos visto algunas así, cuando, por falta de medios económicos, algunos se agenciaban de un motor de poca potencia para dar impulso artificial a su biciclo. No sé si será una reminiscencia del pasado o la habrán construido en estos tiempos. Tampoco si está permitido circular con aparatos así por las vías públicas. Y si se clasifican como motocicletas o ciclomotores, aunque, por la cilindrada sea más lógico encuadrarla entre los últimos automóviles. Lo cierto es que fue un detalle curioso entre tanto vehículo de lujo. Y la canasta de mimbre en el portamaletas trasero, no me digan que no es encantadora.
1 comentario:
Me comenta mi hermano Pepe:
Respecto a estos pequeños artilugios motores adaptables a bicicleta, creo que fueron una manera de satisfacer un deseo de automomoción para las carencias de la época. En Sevilla coincidió su aparición con el comienzo de mi carrera, los fabricaba una casa que se llamaba Arteman, lo denominaban como ciclomotor y la tracción era directa por un rodillo sobre el neumático delantero. Después los hubo para la rueda de atrás,el que tuviera el que después fuera padrino de David, cuando servía en Artillería 14, como ciclista de caja. Hacían bastante ruido y desgastaban mucho el neumático. Duraron poco, ya que pronto llegaron las famosas Guzi( no recuerdo como se escribe), que le intentaron vender una a papa. Hoy sera pieza de museo, como el Isetta.
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