miércoles, 7 de marzo de 2012

El presidente de la asociación de la prensa y la deontología del cinturón



El ex-presidente (ya que ha dimitido) de la Asociación de la Prensa de Granada, Antonio Mora de Saavedra, no tuvo otra ocurrencia que quitarse el cinturón y amenazar a una chica que se manifestaba por el pueblo palestino, durante la inauguración de una exposición sobre Israel. Mientras otra compañera de la de la bandera registraba en vídeo el altercado. Sin duda la interrupción del acto por parte de los pro-palestinos deja mucho que desear. Sin embargo, la reacción del periodista no tiene perdón. Parece que algunos que escriben o comentan en medios de comunicación actuales se creen ya con todos los derechos a imponer sus critierios. Para algo han sacado mayoría absoluta, pensarán. Entre el colectivo periodístico abundan los "libegales" que no tienen empacho en defender golpismos de derecha, por supuesto, aunque traten con saña a los de izquierdas. No me extraña que haya quienes se tomen la justicia por su mano y se quiten la correa, como padres de tiempos pasados castigando a los niños traviesos. Aunque no sé si este licenciado en ciencias eclesiásticas, que realizó su tesis doctoral precisamente sobre "La virtualidad de los códigos deontológicos en periodismo",  pertenece a la nómina de defensores del Neoliberalismo rampante. Me da igual, con un comportamiento así, tan poco respetuoso de los deberes, tanto profesonales como ciudadanos, la dimisión era obligada. Y, tal vez, hasta la denuncia. Da pena que cosas así ocurran en nuestra tierra.

5 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

Ah, que el muchacho es 'cristiano'... yo es que alucino vamos ¿qué nos quedará por ver?

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Y, por supuesto, no es nada malo que sea cristiano. Es que lo atestigua con un título universitario, que lo califica, además, como "científico", que ya es decir. Desde luego lo suyo no ha sido el seguir al pie de la letra eso del "poner la otra mejilla".

Jesús Herrera Peña dijo...

En España, más que cristianos, lo que hay son católicos. Y es lógico; el catolicismo vaticanista tiene universidades, negocios privados y secretos, influencias muy influyentes..., en fin, es un gran paraguas protector debajo del cual da gusto estar debajo, protegiditos, sin mojarnos. Bien vistos en esta sociedad. Prestigiados.
No sé, no sé. ¿Qué será lo peor, ser cristiano o ser católico? ¿Y mahometano? ¿Y judío? ¿Y budista?

No sé, no sé nada, de nada. Tengo un lío del copón.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Sí, lo de España es más que liante. Tenemos diplomados en "ciencias religiosas" (¿ciencias de creencias, empirismo sobre la fe, sobre lo que "se cree sin ver"?) y hasta licenciados en ciencias eclesiásticas (¿para cuando ciencias del dominó, o del mus, o del Real Madrid, por ejemplo?). Y encima estos títulos sirven para trabajar como periodista. ¿A alguien le puede sorprender la catadura moral o la formación y los sermones y opiniones de los contertulios de las TDT? ¿En Irán hay algo similar?

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Pues que sea este señor el que se vaya a Laponia. Seguro que allí no se quita la correa, por temor a quedarse sin pantalones en pleno frío polar.

Saludos, María.