miércoles, 6 de noviembre de 2013

El barómetro del CIS y el conejo del mago


Andábamos decaídos. Los problemas no acabar de resolverse, a pesar de hablar de la luz al final del túnel. Incluso el ministro de educación vuelve a meter la pata estrepitosamente con lo de las becas Erasmus, teniendo que dar marcha atrás. Para colmo, alguna encuesta da como ganador en las próximas elecciones al PSOE, que va a celebrar su conferencia política esta semana. Nuestro "líder mundial de las Españas" no gana para disgustos. ¿Cómo resolverlo? "¡Anda, Sorayita, cocíname algo, una encuesta que me alegre el estómago!". Y en eso que tenemos al órgano demoscópico de presidencia sacando un avance de barómetro de otoño, donde el PP ¡vuelve a ganar las elecciones! ¡Yupiiiii¨!


Me he parado un poco en leer el avance, y entre otras preguntas y opiniones, no muy favorables que digamos para el gobierno, vemos cuadros como éstos. 


Las preguntas son claras y las respuestas no dejan lugar a dudas. Parece que la encuesta de días pasados se va a confirmar: el PSOE por delante del PP. Pero... 


Y entonces el resultado, por arte de birlibirloque, ¡abracadabra, pata de cabra!... Es pues este otro. 


El "modelo", ay, los modelos. Cuando las respuestas de los ciudadanos no nos gustan, aplicamos "el modelo". Como vemos la "cocina" ha funcionado a pleno rendimiento, y lo que era amargo se convierte en un pastel bien dulce para Mariano. La "maga" Soraya ha vuelto a sacar un conejo de la chistera, para engañarnos y contentar al jefe y sus acólitos. El conejo Rajoy sonríe con placer tras degustar el plato "cocinado". Los gobiernos utilizan el CIS para hacerse propaganda desde sus primeros tiempos, sean del color que sean, pero esto es ya un verdadero timo. El mentir se ha convertido en el deporte nacional del PP. ¡A otros con este cuento!

2 comentarios:

Jesús Herrera Peña dijo...

Yo siempre he dicho (y he acuñado la frase; espero que no me quiten los derechos de autor) que
la ESTADÍSTICA es una nueva religión.
Una religión modernísima, vamos.
Y sus oficiantes son los demoscópicos del estilo de José Ignacio Wert.
Y los feligreses somos todos los crédulos y papanatas que damos a esas matemáticas una dimensión portentosa y divina que no tienen en realidad.
Sí, sí, con las matemáticas se puede hacer mucha magia y algunos la elevan al nivel de un dios.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Se hace magia, como en esta encuesta, donde encontramos el secreto de la "santísima trinidad" en el dichoso "modelo". El gran misterio cósmico, las fórmulas mágicas, el teorema áureo, innombrable como los nombres de Dios para los hebreos. Ahí está el secreto. De lo más sale lo menos, de lo menos lo mayor. ¿Eso es lo de los últimos serán los primeros? Esoterismo demoscópico.